Wes Anderson, el aclamado cineasta detrás de cintas como The Grand Budapest Hotel y Asteroid City, vuelve a la pantalla grande con un nuevo proyecto que promete ser tan peculiar como ambicioso: The Phoenician Scheme (El Esquema Fenicio). Esta vez, el director texano se sumerge en el terreno del espionaje internacional con una historia cargada de sátira, estética refinada y su característico elenco coral.
La película, coescrita con su frecuente colaborador Roman Coppola, gira en torno a Zsa-Zsa Korda, un empresario europeo interpretado por Benicio del Toro, quien tras varios intentos de asesinato decide dejar su fortuna y legado a una figura poco convencional: su hija Liesl, una monja interpretada por Mia Threapleton (hija de Kate Winslet). Korda se encuentra en medio de una misión empresarial misteriosa, lo que lo convierte en el blanco de múltiples amenazas, desde asesinos a sueldo hasta grupos terroristas y rivales corporativos.
El guion combina la agudeza narrativa de Anderson con una estructura de thriller de espionaje clásico, pero siempre con ese toque teatral, simétrico y melancólicamente humorístico que ha definido su filmografía. Como es costumbre, Anderson ha reunido un reparto de estrellas que incluye a Tom Hanks, Scarlett Johansson, Michael Cera, Riz Ahmed, Bryan Cranston, Benedict Cumberbatch, Willem Dafoe y Jeffrey Wright, muchos de los cuales ya han colaborado previamente con el director.
La película fue filmada en los estudios Babelsberg en Alemania, reconocidos por su rica historia cinematográfica y por ser escenario de películas como Metropolis o Inglourious Basterds. La cinematografía corre a cargo de Bruno Delbonnel, y la música original fue compuesta por el galardonado Alexandre Desplat, otro habitual del universo Anderson.
The Phoenician Scheme tendrá su estreno mundial durante el Festival de Cannes el próximo 18 de mayo de 2025, en competencia por la prestigiosa Palma de Oro. Posteriormente, llegará a salas comerciales el 30 de mayo bajo la distribución de Focus Features en Estados Unidos y otras regiones.
El filme ha generado altas expectativas no solo entre los seguidores del cineasta, sino también entre críticos de cine, gracias a su combinación de tono político, comentario social y estética impecable. Wes Anderson, una vez más, parece dispuesto a ofrecernos una obra que se saborea lentamente, como una pieza de arte visual en constante movimiento.
