Ambientada en el Mississippi de los años 30, esta película mezcla el horror sobrenatural con una profunda reflexión sobre la experiencia afroamericana.
Michael B. Jordan se luce interpretando a los hermanos gemelos Smoke y Stack, quienes regresan a su ciudad natal para abrir un club nocturno. Lo que no esperan es enfrentarse a una amenaza vampírica que pondrá a prueba sus lazos familiares y su lucha por la redención. La narrativa se enriquece con la presencia de Sammie, un joven músico cuyo talento para conectar con los espíritus ancestrales añade una capa mística a la historia .
La música es otro protagonista en “Sinners”. Ludwig Göransson, colaborador habitual de Coogler, compone una banda sonora que rinde homenaje al blues del sur de Estados Unidos, utilizando instrumentos de la época para sumergirnos aún más en la atmósfera del filme .
A pesar de su presupuesto de más de 90 millones de dólares, la película ha recaudado 63.5 millones a nivel mundial en su primer fin de semana, superando a otras producciones como “Minecraft”. Además, ha obtenido una calificación “A” en CinemaScore, algo inusual para el género de horror .
“Sinners” no es solo una película de terror; es una experiencia cinematográfica que combina historia, música y emociones de una manera única. Si aún no la has visto, es momento de que te unas a la conversación.
