Fernando Alonso protagonizó una salida de pista durante la segunda sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Japón, terminando en la grava tras perder el control de su monoplaza.
Aston Martin llega a la tercera cita del calendario con la intención de seguir sumando puntos en su lucha por alcanzar la quinta posición del campeonato de constructores. Actualmente, el equipo británico se ve superado por un sólido inicio de temporada por parte de Williams F1, mientras que Alonso todavía no ha logrado puntuar en lo que va de año.
Un incidente inesperado, pero señales prometedoras
Durante una vuelta rápida en la que trabajaban en simulaciones a una sola vuelta, el AMR25 mostró inestabilidad al entrar en la curva ocho, haciendo que Alonso se saliera de pista y provocara la segunda bandera roja de la sesión. El incidente impidió al equipo aprovechar esos minutos clave de rodaje.
Pese al contratiempo, el piloto asturiano se mostró positivo respecto al potencial del coche en Suzuka, destacando una mejora respecto al rendimiento mostrado en el Gran Premio de China.
“No tengo claro qué pasó. Perdí el coche de una manera rara. Había mucho viento, ráfagas fuertes, y la parte delantera estaba complicada de manejar. Puede que haya pisado la hierba con una rueda, no lo sé, tengo que revisarlo”, explicó Alonso.
Aun así, valoró de forma positiva la jornada: “Ha sido un buen día. Siempre es un placer conducir aquí, con las curvas rápidas del primer sector y el asfalto nuevo. No pudimos completar la FP2, pero me parece que el coche ha mejorado y somos algo más competitivos. Creo que entrar en Q3 es una meta realista”.
Con esta reflexión, Fernando Alonso ofreció su punto de vista sobre el incidente que interrumpió su sesión, sin perder de vista el progreso que percibe en su monoplaza.
