La relación entre China, Estados Unidos y Panamá se ha tensado luego de que se revelara que el gobierno panameño estudia la posibilidad de vender o concesionar puertos clave en el Canal de Panamá a la gigante financiera estadounidense BlackRock.
El gobierno chino no tardó en reaccionar y calificó la medida como un acto “servil” hacia Washington, argumentando que esta transacción podría afectar el equilibrio geopolítico y la seguridad en una de las rutas comerciales más estratégicas del mundo.
El Canal de Panamá en el centro de la disputa
El Canal de Panamá es una de las infraestructuras más importantes para el comercio global, facilitando el paso de miles de barcos cada año. China, siendo uno de los principales usuarios del canal, ha expresado su preocupación por la influencia que Estados Unidos ganaría con esta posible operación.
Las autoridades chinas argumentan que la presencia de BlackRock en la administración de los puertos podría ser utilizada para fines estratégicos más allá de lo económico. Por su parte, el gobierno panameño ha asegurado que cualquier decisión será tomada en beneficio del país y su desarrollo económico.
Un movimiento con impacto global
El conflicto por el control de infraestructuras clave no es nuevo en la rivalidad entre China y Estados Unidos. En los últimos años, Beijing ha expandido su presencia en América Latina a través de inversiones millonarias, mientras que Washington busca contrarrestar su influencia con medidas como esta posible transacción.
¿Podría esta venta generar un conflicto diplomático?
