Un video reciente ha captado el momento en que un cocodrilo lucha por ingresar a un manglar en Cancún, Quintana Roo, mientras se enfrenta a una malla metálica que lo separa de su hábitat natural. Las imágenes, que se han vuelto virales en redes sociales, muestran al reptil intentando regresar a su entorno, mientras avanza con dificultad contra la barrera.
El incidente ocurrió en la zona del manglar de la Laguna Nichupté, ubicada en el malecón Tajamar. A pesar de la resistencia de la malla, el cocodrilo no mostró señales de agresividad; su único objetivo parecía ser regresar a su hogar. Tras un esfuerzo considerable, el reptil logró avanzar unos metros y finalmente pudo acceder al manglar.
La Laguna Nichupté es una de las áreas naturales protegidas de Cancún, lo que convierte a la presencia de cocodrilos en la región en un hecho común, dada la cercanía de los manglares. Sin embargo, es importante recordar que esta zona está bajo estricta protección, y tanto el acercamiento como la alteración de su fauna están prohibidos por las autoridades locales.
El video ha llamado la atención sobre la necesidad de respetar y preservar estos ecosistemas, que son cruciales para la biodiversidad de la región. Cancún es una ciudad que ha crecido rápidamente en las últimas décadas, y la expansión urbana ha tenido un impacto significativo en los ecosistemas naturales cercanos, como los manglares. La Laguna Nichupté, siendo una zona protegida, enfrenta desafíos derivados del desarrollo de infraestructura turística y urbana. Aunque las autoridades han implementado medidas de seguridad, como las vallas metálicas, se requiere un enfoque más holístico para equilibrar la protección de la fauna con las necesidades de urbanización.
Además, la Laguna Nichupté es un sitio clave para la biodiversidad local y alberga numerosas especies, incluidos los cocodrilos, que son esenciales para el equilibrio del ecosistema. Por ello, la gestión adecuada de esta área protegida es fundamental para asegurar que los animales puedan acceder a su hábitat sin poner en riesgo su supervivencia o la de los humanos que habitan en sus cercanías.
