Bernie Ecclestone, el influyente empresario que transformó la Fórmula 1 en un espectáculo global, ha decidido desprenderse de una de sus posesiones más preciadas: su colección privada de automóviles de competición. Considerada una de las más importantes y valiosas del mundo, la colección incluye 69 monoplazas históricos y ha sido vendida en una operación privada que alcanzó un valor estimado de 500 millones de libras esterlinas (unos 577 millones de euros o 645 millones de dólares).
El comprador es Mark Mateschitz, hijo del fallecido Dietrich Mateschitz, fundador de Red Bull, y heredero de una de las fortunas más grandes del automovilismo moderno. La relación entre ambas familias ha sido cercana durante años, y Ecclestone se mostró convencido de que su colección estará en “las mejores manos”. Mateschitz, de 32 años, aseguró que planea conservar y expandir la colección, además de hacerla accesible al público en un futuro cercano.
Un legado de más de medio siglo
Bernie Ecclestone, quien dirigió la Fórmula 1 durante más de cuatro décadas a través de su empresa Formula One Management (FOM), comenzó a reunir esta impresionante colección hace más de 50 años. Los vehículos que la componen no solo representan hitos técnicos y deportivos, sino que también han sido conducidos por algunas de las mayores leyendas del automovilismo.
Entre las piezas más destacadas se encuentran modelos icónicos como el Ferrari con el que Mike Hawthorn se convirtió en el primer campeón mundial británico en 1958, varios monoplazas utilizados por Michael Schumacher y Niki Lauda, y el histórico Vanwall VW10, que llevó a Sir Stirling Moss al primer título de constructores de la escudería en 1958. También sobresale una Ferrari 312 T2, con la que el argentino Carlos Reutemann ganó el Gran Premio de Brasil en 1977, un coche de gran valor simbólico para los aficionados sudamericanos.
Además de monoplazas de Ferrari, la colección incluye vehículos del equipo Brabham, escudería que Ecclestone dirigió antes de convertirse en el hombre más poderoso de la Fórmula 1 en la década de 1970. Entre los coches de Brabham figuran modelos que fueron pilotados por el propio Reutemann, así como otros que marcaron el paso de la escudería por la máxima categoría del automovilismo.
La decisión de vender: asegurar el futuro de la colección
A sus 94 años, Bernie Ecclestone explicó que la venta de su colección no solo responde a una cuestión económica, sino también a una necesidad de planificación para el futuro. “Tengo 94 años y, con suerte, podría tener algunos años más. ¿Quién sabe? Pero no quería dejar a Fabi (su esposa) preguntándose qué hacer con ellos si yo ya no estaba”, comentó en declaraciones al Daily Mail.
Ecclestone reconoció que su esposa, Fabiana, de 48 años, no tiene un vínculo tan estrecho con la colección y que, en caso de su fallecimiento, se enfrentaría a una tarea difícil para decidir el destino de los vehículos. Con este traspaso, el empresario británico asegura que su legado automovilístico continuará bajo el cuidado de alguien que comparte su misma pasión.
El plan de Mateschitz para el futuro de la colección
Mark Mateschitz, quien heredó el 49% de Red Bull tras la muerte de su padre en 2022, se mostró entusiasmado con la oportunidad de preservar y expandir la colección de Ecclestone. En sus primeras declaraciones tras la compra, aseguró que su intención es exhibir los vehículos al público en un futuro cercano. “Estoy muy contento de que Bernie haya depositado su confianza en mí para cuidar esta colección de importancia histórica. Se conservará con cuidado, se ampliará a lo largo de los años y, en un futuro próximo, se pondrá a disposición del público en un lugar adecuado”, afirmó.
Aunque aún no se ha confirmado el lugar donde se expondrán los coches, es probable que el destino final sea un museo o una exhibición exclusiva en Austria, país de origen de la familia Mateschitz. La posibilidad de que Red Bull organice un espacio dedicado a la historia de la Fórmula 1 y al automovilismo en general es algo que entusiasma a los seguidores del deporte motor.
Un nuevo capítulo para una colección legendaria
La venta de esta colección marca el cierre de un capítulo importante en la vida de Bernie Ecclestone, quien ha sido una figura central en la evolución de la Fórmula 1. Desde su residencia en Gstaad, Suiza, y su finca de café en Brasil, el empresario celebra esta decisión con la tranquilidad de haber encontrado un nuevo custodio para su legado.
Mientras tanto, los aficionados al automovilismo esperan con ansias la oportunidad de ver de cerca estas joyas de la historia de la Fórmula 1. Con la promesa de Mateschitz de abrir la colección al público, las reliquias de la F1 seguirán inspirando a futuras generaciones de apasionados por la velocidad y la ingeniería automotriz.
