El escándalo en torno a Christian Horner está lejos de cerrarse. La empleada que lo acusó de acoso y conducta inapropiada ha decidido dar un paso más y ha llevado el caso al Tribunal Laboral de Londres. Con esto, la disputa que Red Bull trató de manejar de manera interna ahora se traslada a un escenario judicial, lo que podría prolongar el conflicto y afectar aún más la estabilidad del equipo.
De la investigación interna a los tribunales
El llamado ‘Hornergate’ o ‘sexgate’ comenzó cuando una empleada de Red Bull presentó una denuncia contra el jefe del equipo por comportamiento inapropiado. La escudería encargó una investigación a un abogado independiente, quien finalmente exoneró a Horner. Sin embargo, la resolución no estuvo exenta de polémica, ya que el letrado tenía vínculos con la familia Yoovidhya, propietaria mayoritaria de Red Bull.
Poco después de la investigación, la empleada fue suspendida, lo que generó aún más dudas sobre la transparencia del proceso. Ahora, tras rechazar varias ofertas de acuerdo por parte de Horner y Red Bull, ha decidido recurrir al Tribunal Laboral, que ya ha aceptado la demanda y fijado una audiencia para enero de 2026.
Tensiones internas y consecuencias en Red Bull
El caso ha dividido a la escudería y ha generado un ambiente tenso dentro del equipo. Figuras clave como Helmut Marko y Jos Verstappen no han respaldado a Horner, e incluso se ha rumoreado que esta controversia contribuyó a la salida de Adrian Newey hacia Aston Martin.
Las tensiones llegaron a tal punto que Max Verstappen tomó partido en favor de Marko, insinuando que su continuidad en Red Bull podría depender de la permanencia del asesor austríaco en el equipo. La guerra interna entre Horner y Marko solo pareció calmarse cuando Verstappen intervino, pero el daño ya estaba hecho.
En lo deportivo, Red Bull ha mostrado un rendimiento más irregular en 2024, lo que muchos vinculan a la inestabilidad generada por este escándalo. La incertidumbre sobre el futuro del equipo, sumada a los cambios reglamentarios que entrarán en vigor en 2026 y el desarrollo de su nuevo motor con apoyo de Ford, hacen que la situación sea aún más delicada.
Un escándalo que no desaparecerá pronto
El juicio aún está lejos, pero la controversia seguirá presente en el paddock. Además, Netflix ha convertido este caso en una parte central de la próxima temporada de ‘Drive to Survive’, lo que garantizará que el tema siga siendo un foco de atención mediática.
Red Bull, por su parte, enfrenta una difícil decisión. Mientras algunos dentro del equipo consideran que lo mejor sería llegar a un acuerdo con la demandante para cerrar el caso, otros ven cada vez más complicado que Horner pueda mantenerse al frente en un contexto de crisis.
Con el juicio programado para 2026 y la temporada 2025 en el horizonte, la gran incógnita es hasta qué punto este conflicto afectará a Red Bull y su futuro en la Fórmula 1.
