La película The Brutalist, dirigida por Brady Corbet y protagonizada por Adrien Brody y Felicity Jones, ha generado polémica debido a la implementación de inteligencia artificial (IA) en su postproducción. Según el editor Dávid Jancsó, la IA fue utilizada para mejorar la pronunciación del húngaro en los diálogos, un idioma que representa un reto para los actores no nativos. Además, también se empleó para generar algunas imágenes arquitectónicas dentro del filme.
Ante las críticas, Adrien Brody salió en defensa del proyecto, asegurando que tanto él como Felicity Jones trabajaron intensamente con una entrenadora de dialecto durante meses para perfeccionar su acento. El actor enfatizó que la IA solo se utilizó para afinar ciertas pronunciaciones en los diálogos, sin modificar las actuaciones originales.
Brody reconoció que el tema de la IA en la industria del cine es un asunto delicado en la actualidad, pero instó a la audiencia a comprender el contexto antes de juzgar. La controversia resalta el debate en curso sobre el papel de la inteligencia artificial en el cine y hasta qué punto su uso puede ser aceptable dentro de la industria.
