Kylian Mbappé llegó al Real Madrid con el objetivo de consolidarse como el mejor jugador del mundo, pero su primera temporada con los merengues ha estado lejos de las expectativas. A sus 26 años, el delantero francés cuenta con un palmarés envidiable: campeón del mundo en 2018, 12 goles en Mundiales, siete títulos de la Ligue 1 y múltiples premios individuales. Sin embargo, su adaptación al fútbol español ha sido más complicada de lo esperado.
En sus primeros seis meses, Mbappé ha registrado 11 goles y dos asistencias en 21 partidos de La Liga y la UEFA Champions League, cifras que, aunque sólidas, no se comparan con sus 35 goles en 39 partidos en su última temporada con el PSG. Su rendimiento en la métrica de goles esperados (xG) también evidencia dificultades: lleva 2.6 goles menos de los esperados, la peor marca de su carrera.
La transición a una de las ligas más exigentes del mundo y a un equipo que ya era exitoso antes de su llegada ha complicado su integración. Aunque el Real Madrid ha ganado la Supercopa de la UEFA y la Copa Intercontinental, su posición en La Liga y la Champions genera inquietudes.
El éxito de Mbappé en esta temporada dependerá en gran medida de los títulos que el club pueda conquistar. Si el Madrid logra remontar en La Liga y revalidar su título europeo, las críticas hacia el francés se disiparán, aunque sus cifras individuales no alcancen el nivel habitual. Pero si los merengues fracasan en sus objetivos, la presión sobre Mbappé será mayor que nunca.