Por Fernanda Sánchez
Un desayuno equilibrado y adecuado podría marcar la diferencia en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Así lo revela un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), publicado en el Journal of Nutrition, Health and Aging, que destaca la importancia de una primera comida del día bien planificada.
Claves del estudio sobre el desayuno
El estudio analizó a 383 participantes del proyecto PREDIMED-Plus durante tres años, evaluando factores de riesgo cardiovascular en personas de 55 a 75 años con sobrepeso u obesidad. Según Álvaro Hernáez, investigador del IMIM y autor principal, “el desayuno es la comida más importante del día, pero importa qué y cómo se come”.
Los resultados muestran que aquellos que consumieron entre el 20 % y 30 % de su ingesta energética diaria en el desayuno tuvieron:
- Un índice de masa corporal entre 2 % y 3,5 % menor.
- Una reducción de la circunferencia de cintura entre 2 % y 4 %.
- Niveles de triglicéridos entre 9 % y 18 % más bajos.
- Un aumento del colesterol HDL (“bueno”) entre 4 % y 8,5 %.
¿Qué incluye un desayuno ideal?
Los expertos recomiendan una combinación adecuada de nutrientes: proteínas, grasas saludables, fibra, potasio, hierro y otros minerales esenciales, evitando los azúcares añadidos y las grasas saturadas en exceso.
Implicaciones para la salud
Montse Fitó, coordinadora del Grupo de Investigación en Riesgo Cardiovascular y Nutrición del IMIM, resalta que “la adecuación energética y la calidad son clave para prevenir el riesgo cardiovascular”. Este hallazgo refuerza la importancia de hábitos alimenticios saludables para reducir el riesgo de síndrome metabólico, promover un envejecimiento saludable y mejorar la calidad de vida.