Por Sofia Swindall
La temporada invernal trae consigo heladas, nevadas y olas de frío que representan una amenaza importante para la producción agrícola. En regiones como nuestro país, donde el invierno puede ser especialmente riguroso, es crucial tomar medidas para proteger los cultivos de las heladas y evitar pérdidas económicas y de producción.
Las heladas, desde el punto de vista agrícola, son descensos térmicos capaces de dañar tejidos vegetales, incluso cuando las condiciones iniciales de siembra sean óptimas en cuanto a suelo, luz y agua. A continuación, compartimos consejos prácticos para prevenir y mitigar los efectos de las heladas en tus cultivos.
Medidas de prevención para proteger cultivos de heladas
- Cortinas rompevientos: siembra árboles alrededor de los cultivos para reducir el impacto directo del frío.
- Uso de abonos orgánicos: incorporar abonos verdes mejora la resistencia de las plantas.
- Cobertura con túneles plásticos o invernaderos: ideales para hortalizas.
- Cultivos resistentes al frío: opta por vegetales tolerantes a las bajas temperaturas, como zanahorias, papas, remolachas y cebollas.
Medidas de mitigación durante las heladas
- Riego inmediato: aplicar agua justo después de la helada puede minimizar el daño.
- Fogatas controladas: utiliza toneles para generar humo que ayude a aumentar la temperatura sin riesgos de incendio.
Recomendación adicional: elige cultivos con resistencia natural
Algunas plantas desarrollan resistencia al frío mediante:
- Concentración de jugos celulares: disminuye el punto de congelación en los tejidos.
- Endurecimiento progresivo: un descenso gradual de temperatura permite adaptaciones fisiológicas que mejoran la tolerancia.
Factores que afectan la sensibilidad de los vegetales al frío
El daño que las heladas causan en los cultivos depende de:
- Especie y variedad de la planta: algunas son naturalmente más resistentes.
- Edad de la planta: plántulas jóvenes son más vulnerables, al igual que las flores y las semillas en germinación. Las semillas en reposo son las más resistentes.
- Tiempo y temperatura de exposición: cuanto más prolongada y baja sea la temperatura, mayor será el daño.
En este invierno, proteger tus cultivos de las heladas no solo evita pérdidas de ingresos, sino que también previene impactos negativos en el empleo agrícola y en la competitividad de tus productos en el mercado. Implementar estas medidas puede marcar la diferencia entre una cosecha exitosa y una pérdida significativa.
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