Por Sofia Swindall
Cinco cuerpos abandonados frente a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) han sacudido a Culiacán este martes. Las víctimas, maniatadas, descalzas y con signos de tortura, fueron encontradas en la carretera entre Culiacán y Eldorado, frente a la Facultad de Agronomía. Uno de los cuerpos estaba desnudo, con una bolsa negra en la cabeza y los pies atados. Estos hechos evidencian la guerra interna por el control del Cártel de Sinaloa, que aterroriza a la ciudad desde principios de septiembre.
Una semana de terror en Culiacán
El hallazgo ocurre después de un lunes marcado por el asesinato de siete personas, la desaparición de otras dos y ataques a negocios y viviendas. Durante la madrugada, se vandalizaron 80 cámaras de seguridad estatales, y un tiroteo cerca de un casino interrumpió un partido de fútbol, aunque no se reportaron víctimas.
Pese a la creciente violencia, el gobernador Rubén Rocha Moya asegura que “se ha estado reduciendo la generación de violencia”. Sus declaraciones han generado controversia, especialmente tras omitir referencias directas a los recientes asesinatos y enfocar su discurso en destacar avances aislados, como el funcionamiento del 89% de las escuelas.
UAS suspende clases presenciales
La Universidad Autónoma de Sinaloa decidió suspender clases presenciales el lunes y continuar con modalidad virtual tras los hechos violentos. “Siempre prevalecerá la integridad de nuestra comunidad universitaria”, afirmó la institución en un comunicado. En los últimos meses, la UAS ha sido escenario recurrente de violencia, incluyendo balazos en sus instalaciones y cadáveres abandonados en sus inmediaciones.
Señalamientos hacia el gobernador
El gobernador Rocha Moya ha enfrentado constantes acusaciones de posibles vínculos con el Cártel de Sinaloa, aunque él lo niega rotundamente. “Es completamente falso que para gobernar Sinaloa se deba pedir permiso a delincuentes”, afirmó recientemente. Sin embargo, la falta de acciones contundentes ante los crecientes episodios de violencia pone en duda su gestión.
Con el hallazgo de los cinco cuerpos frente a la UAS, Culiacán enfrenta una alarmante realidad que contradice las afirmaciones de las autoridades sobre avances en seguridad.