Por Sofia Swindall
Una tormenta solar severa impactará la Tierra esta semana, según lo reportado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Este fenómeno, provocado por una eyección de masa coronal (CME), se desplaza a una velocidad asombrosa de 4 millones de kilómetros por hora y afectará diversas regiones del planeta.
La NOAA ha emitido una alerta de tormenta geomagnética de nivel 4 (G4) debido a la intensidad de la CME, que alcanzará la Tierra el jueves por la mañana. La CME, acelerada por el ciclo solar de 11 años que actualmente está en su fase pico, se espera que cause efectos considerables en el campo magnético de la Tierra.
Impacto y Duración de la Tormenta Solar Severa
El inicio de la tormenta geomagnética está previsto para el jueves entre la mañana y el mediodía, según la hora del Este de Estados Unidos, y es probable que continúe hasta el viernes. Este evento podría producir auroras visibles en zonas inusuales, como Alabama y el norte de California, donde las luces del norte rara vez son vistas, especialmente en áreas alejadas de la contaminación lumínica.
Efectos Potenciales en Tecnología e Infraestructuras
Las tormentas geomagnéticas pueden generar serios inconvenientes para la tecnología y la infraestructura en la Tierra. Entre los problemas posibles se incluyen:
- Interrupciones en los satélites.
- Afectaciones en las señales de radio.
- Fallos en sistemas de posicionamiento GPS.
- Riesgo de apagones eléctricos en varias regiones.
Eventos similares, como el ocurrido en octubre de 2003, causaron apagones en Suecia y dañaron infraestructura eléctrica en Sudáfrica, recordándonos el impacto potencial de este tipo de fenómenos.
Medidas Preventivas Ante la Tormenta Solar Severa
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ya ha sido informada de la situación, al igual que las compañías eléctricas de América del Norte. Estas entidades están tomando medidas preventivas para mitigar los posibles efectos negativos de la tormenta geomagnética.
Cabe destacar que la tormenta geomagnética más fuerte en dos décadas se registró en mayo, cuando se observaron auroras en latitudes inesperadas, ofreciendo un espectáculo visual sin precedentes.