Por Sofia Swindall
El cacao, conocido como el “alimento de los dioses”, ha sido un símbolo de poder y longevidad desde la antigüedad. Culturas como los olmecas y los mayas veneraban este fruto, usándolo no solo como alimento, sino también como moneda de cambio. Hernán Cortés, al llegar a América, fue recibido con una bebida de cacao, la cual describió como una “bebida divina” que aumentaba la resistencia y combatía la fatiga.
Un Legado Ancestral del Cacao
El cacao llegó a México gracias a la migración de personas y al intercambio de productos entre diversas sociedades de América del Sur y Mesoamérica. Los primeros vestigios de cacao en México se encontraron en Chiapas y Veracruz, datando entre el 1900 y 1800 a.C. Hoy en día, el cacao mexicano, especialmente el de Tabasco, es reconocido mundialmente por su calidad superior y sus características organolépticas únicas que le otorgan un sabor y aroma inigualables.
El Chocolate y la Salud
El vínculo entre el chocolate y la salud ha sido objeto de debate entre expertos. Según Medical News Today, el consumo moderado de chocolate, particularmente aquellos con alto contenido de cacao como el chocolate negro o amargo, puede traer beneficios significativos para la salud. El cacao contiene compuestos fenólicos biológicamente activos que pueden ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mejorar la función cognitiva.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolate, Dulces y Similares A.C., el cacao es un alimento energético que aporta nutrientes esenciales. Además, se ha demostrado que el chocolate negro puede disminuir los niveles de colesterol y reducir los riesgos de problemas cardiovasculares, haciendo que su consumo moderado sea no solo placentero, sino también beneficioso para la salud.
“Todo el mal que la gente le adjudica al chocolate es realmente por culpa del chocolate con leche, que está contaminado. Cuanto más se acerque a un licor de chocolate puro (la esencia del chocolate viene de los granos de cacao tostado), es más satisfactorio, más seguro y más saludable,” afirma Arnold Ismach en su obra The Darker Side of Chocolate.
