Por: Daniela Diaz
Teotihuacán, ubicada a unos 40 kilómetros al noreste de la Ciudad de México, es uno de los sitios arqueológicos más impresionantes y enigmáticos del mundo. Conocida como “la ciudad donde los hombres se convierten en dioses”, Teotihuacán fue una de las mayores ciudades del mundo antiguo y un centro cultural y económico crucial de Mesoamérica. Sus pirámides, en particular la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, son monumentos icónicos que reflejan la grandeza y el misterio de esta civilización desaparecida.
Historia y Orígenes
Teotihuacán fue fundada alrededor del año 100 a.C. y alcanzó su apogeo entre los siglos III y VII d.C., cuando se convirtió en la metrópolis más grande de Mesoamérica, con una población estimada de más de 100,000 habitantes. A pesar de su importancia, gran parte de la historia de Teotihuacán sigue siendo un misterio. No se sabe con certeza quiénes fueron sus constructores originales, ya que no dejaron registros escritos que hayan sobrevivido hasta nuestros días.
Arquitectura Monumental
Pirámide del Sol
La Pirámide del Sol es la estructura más grande de Teotihuacán y una de las más grandes del mundo. Con una altura de aproximadamente 65 metros y una base de 225 metros por lado, esta pirámide domina el paisaje de la ciudad. Fue construida en dos fases principales, completándose alrededor del año 200 d.C. Se cree que estaba dedicada a alguna deidad solar, aunque no se ha encontrado evidencia definitiva que lo confirme.
Pirámide de la Luna
Situada al norte de la Calzada de los Muertos, la Pirámide de la Luna es la segunda estructura más grande de Teotihuacán. Aunque es más pequeña que la Pirámide del Sol, tiene un diseño igualmente impresionante y se alinea perfectamente con el Cerro Gordo, una montaña cercana que probablemente tuvo un significado ritual para los teotihuacanos. La Pirámide de la Luna fue construida en varias etapas, comenzando alrededor del año 200 d.C.
La Calzada de los Muertos y el Templo de Quetzalcóatl
La Calzada de los Muertos es la avenida principal de Teotihuacán, que se extiende por más de 2 kilómetros desde la Pirámide de la Luna hasta el complejo del Templo de Quetzalcóatl, también conocido como la Pirámide de la Serpiente Emplumada. Este templo destaca por sus elaboradas esculturas y relieves de serpientes emplumadas, y se cree que fue un importante centro ceremonial y político.
Cultura y Sociedad
Teotihuacán fue una ciudad cosmopolita, hogar de diversas etnias y culturas. Las excavaciones han revelado barrios de extranjeros, como los zapotecas, que convivían con la población local. La economía de la ciudad se basaba en la agricultura, el comercio y la producción de bienes de lujo, como la obsidiana y la cerámica fina. La religión jugaba un papel central en la vida de Teotihuacán, con numerosos templos y palacios dedicados a diferentes deidades.
Misterio y Declive
A pesar de su grandeza, Teotihuacán fue abandonada abruptamente alrededor del siglo VII u VIII d.C. Las causas de su declive son aún objeto de debate entre los arqueólogos y los historiadores. Algunas teorías sugieren que una combinación de factores internos, como conflictos políticos y sociales, y externos, como invasiones y cambios climáticos, contribuyeron a su caída.
Legado
El legado de Teotihuacán perdura en la cultura y la identidad de México. Las pirámides y otros monumentos de la ciudad antigua siguen atrayendo a millones de visitantes cada año, fascinados por su arquitectura monumental y el aura de misterio que envuelve a esta civilización perdida. Teotihuacán es un testimonio duradero del ingenio y la creatividad de los antiguos pueblos de Mesoamérica, y su estudio continúa revelando nuevos y emocionantes descubrimientos sobre el pasado precolombino de México.
Teotihuacán, con sus majestuosas pirámides y su rica historia, es un recordatorio imponente de la habilidad y la espiritualidad de una civilización que una vez prosperó en el corazón de Mesoamérica. Sus misterios y logros siguen inspirando a generaciones de estudiosos y viajeros, asegurando que su legado perdure a través de los siglos.
