Por José Corzo
El deporte ha evolucionado más allá de imponer estereotipos de género, convirtiéndose en una herramienta poderosa para desafiarlos. La participación de las mujeres ha derribado la noción de exclusividad de la fuerza física masculina, mientras que la visibilidad de las atletas transgénero ha generado un debate sobre los criterios utilizados para evaluar las habilidades deportivas.
Expertos en medicina del deporte, género y actividades deportivas se reunieron en la mesa redonda “Deporte sin barreras”, organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el Día Internacional del Juego Limpio, para discutir estos temas y más.
Inclusión de las Mujeres: Más que una Lucha Deportiva
María de Jesús Ortega, ex halterista y ahora entrenadora, es un ejemplo vivo de cómo las mujeres han superado los estereotipos. A pesar de ser catalogada como “demasiado delgada” para el levantamiento de pesas, demostró su habilidad ganando campeonatos y compitiendo por un lugar en los Juegos Olímpicos. Su historia refleja la lucha contra el mandato de género que vincula la feminidad con la fragilidad.
Atletas Transgénero: La Necesidad de una Evaluación Equitativa
El debate sobre la participación de atletas transgénero destaca la necesidad de una evaluación más equitativa. Janet Ávila, especialista en medicina del deporte, cuestiona el enfoque exclusivo en los niveles de testosterona, abogando por una investigación más amplia sobre otros aspectos que influyen en las habilidades deportivas.
Categorías Mixtas: Una Alternativa para la Inclusión
Jaime Moreno, del centro de capacitación de jueces y arbitraje, propone categorías mixtas como una solución inclusiva, similar al basquetbol 3×3 o pruebas de relevos mixtos en el atletismo. Señala que limitar la participación de atletas transgénero no es suficiente y que se necesita un enfoque más progresista.
El Camino por Recorrer: Resistencia y Avance
A pesar del progreso, aún hay desafíos por superar. Claudia Pedraza destaca la lucha continua contra los estereotipos arraigados, pero celebra el crecimiento de movimientos como las barras de fútbol feministas, que buscan empoderar a las atletas y defender sus derechos.
El deporte está en un punto de inflexión, pasando de la imposición de estereotipos a la promoción de la diversidad y la inclusión. A medida que continuamos desafiando las expectativas y rompiendo barreras, queda claro que el potencial del deporte como agente de cambio social aún está por descubrirse completamente.
