El primer encuentro entre los candidatos presidenciales dejó ver los contrastes de sus propuestas y estilos. ¿Qué ocurrió en este careo crucial para el futuro del país?
El escenario estaba listo para el primer enfrentamiento entre los aspirantes a la Presidencia de la República. Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y Jorge Álvarez Máynez se encontraron frente a frente en un debate marcado por las críticas, las propuestas y las confrontaciones.
Desde el inicio, Gálvez enfatizó su compromiso con la bandera nacional y su determinación para combatir la corrupción. Por su parte, Sheinbaum hizo un llamado a la unidad y resaltó su aspiración de convertirse en la primera mujer presidenta de México. Mientras tanto, Álvarez Máynez se presentó como una opción diferente, alejada de los partidos tradicionales.
Durante el intercambio verbal, Gálvez atacó con dureza, cuestionando la gestión de Sheinbaum y presentándose como una alternativa para combatir la violencia y mejorar la salud y la educación. Sheinbaum, por su parte, defendió su administración y criticó a sus oponentes por sus supuestas conexiones con la corrupción. Álvarez Máynez aprovechó para mostrar una imagen que buscaba desprestigiar a Gálvez, vinculándola con el PRI.
Los temas de corrupción, salud y seguridad marcaron la pauta del debate, con cada candidato defendiendo sus posturas y atacando las de sus oponentes. El tiempo fue un factor controvertido, con reclamos de Sheinbaum por falta de equidad en los tiempos de participación.
Al final, el primer careo presidencial dejó claro que la contienda será reñida y llena de tensiones. Los candidatos demostraron sus fortalezas y debilidades, dejando abierta la pregunta sobre quién será el elegido para dirigir el destino de México en los próximos años.
