Hace un siglo, un hombre decidió catapultar la imaginación del mundo. Hoy, esa magia se extiende desde la animación y parques temáticos hasta el universo digital del streaming y la inclusión de diversas culturas.
Burbank, California, 16 de octubre de 2023 – En 1923, un visionario llamado Walt Disney fundó los Estudios de Animación Disney, marcando el inicio de una extraordinaria odisea en la industria del entretenimiento que perdura hasta nuestros días. Este centenario de Disney nos recuerda que, como él mismo decía, “es apasionante hacer lo imposible”, y su filosofía de innovación y creatividad ha dejado una huella imborrable en la historia del cine y la televisión.
Todo comenzó con un ratón, Mickey Mouse, y su compañera Minnie, quienes debutaron en “Steamboat Willie” en 1928, el primer corto sonoro animado. Desde entonces, los personajes y las historias de Disney se han convertido en iconos de la cultura estadounidense y elementos fundamentales de la cultura pop.
La visión de Disney de llegar a los corazones de la audiencia mediante historias conmovedoras, muchas basadas en cuentos clásicos, dio lugar a lo que él llamó “la ilusión de la vida”, una búsqueda incansable para hacer que sus personajes se sintieran reales.
Además de su enfoque en la narrativa, Walt Disney también impulsó la innovación tecnológica. “Blanca Nieves y los siete enanos” (1937) marcó el hito como el primer largometraje animado de la historia. “Pinocho” (1940) y “Bambi” (1942) utilizaron la tecnología de la cámara de multiplanos para crear escenarios tridimensionales. “Fantasía” (1940) exploró la sinergia entre la animación y la música clásica, presentando sistemas de audio novedosos en el teatro.
Después de la muerte de Walt Disney en 1966, el estudio pasó por una etapa de incertidumbre y estuvo a punto de cerrar su división animada. Sin embargo, bajo la dirección de líderes como Michael Eisner y Jeffrey Katzenberg, con el apoyo de Roy Disney (sobrino de Walt), el estudio renació con películas icónicas como “La Sirenita” (1989), “La Bella y la Bestia” (1991) y “El Rey León” (1994). Estas películas demostraron que el “toque Disney” perduraba en las nuevas generaciones.
En el siglo XXI, Disney enfrenta nuevos desafíos en cuanto a narrativa y representación en una sociedad diversa y dividida. Jennifer Lee, la primera mujer en ganar un Oscar en animación por “Frozen” (2013), lidera la división de animación y está comprometida con abrazar tanto la animación tradicional como la digital en su próxima producción, “Wish” (2023). Este enfoque refleja el espíritu de Walt Disney de siempre aventurarse hacia nuevos horizontes y continuar inspirando a las generaciones futuras.
Este centenario de Disney nos recuerda que su legado no se limita a la animación y los parques temáticos, sino que se extiende a la diversidad cultural, la inclusión y la exploración constante de la creatividad. A lo largo de un siglo, Disney ha seguido dibujando sonrisas y haciendo realidad sueños, dejando una marca indeleble en la historia del entretenimiento y la imaginación global.