“De obesidad a diabetes”.
Dr. Marco Antonio Villalvazo Molho.
Estimados amigos, en esta ocasión les hablaré sobre la definición de diabetes y algunos de sus datos en el mundo y en México.
¿Qué es la diabetes?
La siguiente es la definición que nos da la asociación Americana de Diabetes. (*1)
- Es un trastorno metabólico de la glucosa, caracterizado por hiperglucemia (elevación de los niveles de glucosa), debido a una disminución de la producción parcial o total de la insulina, y/o a una disminución de su acción.
- La hiperglucemia crónica está asociada a largo plazo con daño, disfunción y falla de diversos órganos, especialmente los ojos, riñones, nervios, corazón y vasos sanguíneos.
Algunos datos sobre la diabetes en el mundo en el año 2021. (*2)
- 537 millones de personas viven con diabetes.
- 1 de cada 2 adultos con diabetes, permanecen sin diagnóstico.
- 541 millones de adultos tienen prediabetes.
- Mas de 1.2 millones de niños y adolescentes viven con diabetes tipo 1.
- La diabetes causó más de 6.7 millones de muertes.
- Mas de 966 mil millones de dólares en gastos de salud: el 9% del total mundial gastado en atención médica.
- 1 de cada 6 nacidos vivos (21 millones) se vieron afectados por hiperglucemia durante el embarazo.
Algunos datos sobre la diabetes en México.
- El 18.4% de la población adulta vive con diabetes. (*3)
- El 75% de las personas con diabetes se encuentran mal controladas (*3)
- A partir del año 2003, se presentan 400 mil casos nuevos de diabetes. (*4)
- En 2023 fueron 110,059 las defunciones por diabetes, el 14% del total de las muertes. (*5)
Referencias:
(*1) https://diabetes.org/espanol
(*2) Atlas IDF 2021 Novena edición
¡*3) Encesta Nacional de Salud y Nutrición 2022
(*4) https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0185106314000067?via%3Dihub
(*5) https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2024/EDR/EDR2023_Dtivas.pdf
Ahora les contaré una historia muy personal que hace referencia a este tema.
“RECUERDO…”
Era una tarde soleada de octubre del año 1981, cuando caminaba por el bosque de Chapultepec en compañía de un hombre de cabello cano, alto, moreno y de aspecto jovial; pero envejecido para sus 58 años. Vivía con diabetes desde los 34, cuando en el terremoto de 1957 se cayó el Ángel de la independencia. Fue tal su impresión que comenzó a sentir un gran apetito y cansancio, además de visitar frecuentemente el baño para orinar. Fue, poco a poco, bajando de peso. Cuando se casó, a los 29 años, pesaba 92 kilos y ese día andaba en los 63. Su complexión continuaba disminuyendo, al igual que su vigor sexual.
Recuerdo que observaba con dificultad, a través de sus pesados lentes de fondo de botella, a las muchas y alegres ardillas que corrían y brincaban, como queriendo volar, situación que era muy dolorosa para un experto joyero que, años atrás, veía las joyas con su vista de águila, casi sin necesidad de la lupa de su especialidad.
Recuerdo que no pudo comer una manzana. Se quejó amargamente de esos puentes que no cruzaban ríos y que sólo servían para mal masticar alimentos.
Recuerdo que ya en el zoológico, su caminar lento e inseguro nos obligaba a hacer múltiples escalas para sentarnos y descansar esas pesadas, castigadas y dolorosas piernas. Imagino el sentir del que fue un gran jugador de frontón.
Recuerdo que nos detuvimos en el viejo kiosco donde vendían comida, a sólo unos metros de los majestuosos tigres de Bengala. Nos sentamos y bebimos unas botellas de agua natural con la que tomó no sé cuántas medicinas. Eso me recordó el infarto al miocardio que sufrió a los 53 años, mientras dormía y del que sobrevivió después de pasar diez días entre la vida y la muerte en la unidad de terapia intensiva y otros ocho días en recuperación en un cuarto del hospital. Todo esto con un alto costo económico por la ausencia de algún seguro de gastos médicos, además del dolor y el sufrimiento.
Recuerdo que al salir del bosque de Chapultepec, justo al lado de los antiguos leones de bronce, me dijo con lágrimas en los ojos: “Ya me cansé de los dolores, las limitaciones y de las medicinas. Al fin me derrotó la diabetes. Sólo te pido que aprendas de mi sufrimiento y que desde hoy, en tu juventud, tengas una alimentación y una vida sana, con orden, disciplina y llena de amor a ti mismo para que no germine en tu cuerpo esta agonía llamada diabetes. Piensa que tarde o temprano, la naturaleza nos pasa la factura por nuestros desórdenes”.
Recuerdo por último, que una semana después… mi padre ya no despertó.
No puedes cambiar de dónde vienes, pero si hacia donde te diriges… atrévete a influir de manera positiva en tu destino.
Dr. Marco Villalvazo
Médico General Certificado
Educador en Diabetes Certificado
Diplomado en Nutrición y Obesidad
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