Existe una Escala de Fenotipo de Comportamiento Alimentario (EFCA) que nos ayuda a comprender cual es nuestra conducta alimentaria predominante (*1).
Lee las siguientes maneras de comer y evalúate.
Puede ser desde 1 = Nunca, hasta 5 = SIEMPRE (La # 9 se evalúa al revés 1 es siempre y 5 es nunca **).
1.-Como hasta sentirte muy lleno.
2.- Calmo mis emociones con comida.
3.- pido más comida cuando termino mi plato.
4.- Tengo la costumbre de picotear (realizar pequeñas cantidades de ingestas entre los alimentos).
5.- Cuando empiezo a comer algo que me gusta mucho, me cuesta detenerme.
6.- Suelo comer más de un plato en las comidas principales.
7.- Picoteo entre comidas por ansiedad, aburrimiento, soledad, miedo, enojo, tristeza y/o cansancio.
8.- Me siento tentado a comer cuando veo/huelo comida que me gusta y/o cuando paso frente a la panadería, pizzería, etc.
9.- Desayuno todos los días**.
10.- Como en los momentos en que estoy aburrido, ansioso, nerviosos, triste, cansado, enojado o solo.
11.- Me salto alguna de las comidas principales.
12.- Cuando estoy frente a comida que me gusta mucho, aunque no tenga hambre, termino comiéndola.
13.- Como mucha comida en poco tiempo.
14.- Cuando como algo que me gusta, finalizo toda la porción.
15.- Cuando como algo que me gusta, lo como muy rápido.
16.- Paso más de 5 horas al día sin comer.
Referencia de cada pregunta hacia la manera de comer:
- DESORGANIZADO: 9, 11 y 16.
- COMPULSIVA. Comes fuera de control: 13 y 15.
- HEDÓNICA. Comes por el disfrute del placer: 5, 8, 12 y 14,
- HIPERFAGIA. Comes por exceso de hambre: 1, 3 y 6.
- EMOCIONAL. picoteo: 2, 4, 7 y 10.
Evaluación:
Tu manera predominante de comer es: | BAJO | MEDIO | ALTO | |||
Desorganizada | Hasta 4 | 5 y 6 | 7 y + | |||
Compulsiva | Hasta 3 | 4 a 6 | 7 y + | |||
Hedónica | Hasta 11 | 12 a 14 | 15 y + | |||
Hiperfágia | Hasta 5 | 6 a 8 | 9 y + | |||
Emocional | Hasta 8 | 9 a 12 | 13 y + |
Referencias:
(* 1): https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112022000200021
Ahora les contaré la historia de un paciente que hace referencia a este tema.
EL CINTURÓN DE CASTIDAD ALREDEDOR DE LA CINTURA.
Raquel me visitó en mi consultorio después de no verla en los últimos cinco años. Ya no es la jovencita delgada, alegre y platicadora que siempre vestía una ajustada minifalda negra. En cambio, vi a una mujer de ojos tristes y mirada evasiva, con los brazos siempre pegados al cuerpo y portando un gran blusón que trataba de esconder sus cerca de 20 kilos sobrantes.
Después de varias consultas, Raquel se atrevió a contarme lo que había sucedido: hace cinco años tuve un novio al cual quise muchísimo. A los seis meses de andar juntos me pidió que tuviéramos relaciones sexuales, a lo que yo me negué, aludiendo que no quería ser solamente un amor del momento. Pero él siguió insistiendo y prometiendo que nunca me dejaría, que él me amaba más que a nada ni a nadie en el mundo. Después de un mes de diarias presiones… me entregué a él. Al poco tiempo y sin motivo aparente, él dejó de contactarme y de visitarme. Desesperada y sin comprender lo que sucedía, lo llamé y le envié muchos mensajes de WhatsApp y de correo electrónico sin recibir ninguna respuesta. Fui a su casa a buscarlo y me cerraron la puerta en la punta de la nariz, pero esperé ahí hasta que salió para ir al trabajo. Al verme sólo me dijo «hola» y siguió su camino. Lo detuve y le pedí una explicación de su comportamiento, a lo que él me contestó que ya no le interesaba para nada, «ya que eres una fácil», me dijo. «Igual que te fuiste conmigo te puedes ir con cualquiera». Yo le dije que estaba equivocado, que lo amaba y lo necesitaba. Le lloré, le supliqué e inclusive me le arrodillé. Él me hizo a un lado sin siquiera voltearme a ver, se subió a su coche y se marchó rápidamente.
A partir de ese momento, en el que sentí morir, mi vida cambió totalmente. Me volví desconfiada y resentida hacia los hombres, dejé el ejercicio y las actividades sociales, y me encerré en mí misma. Perdí el control y comía sin razón, una vez intenté perder peso, pero cuando un hombre me invitó a salir me invadió un miedo enorme y no volví a salir con nadie.
La conclusión a la que llegamos Raquel y yo a su conducta autodestructiva, fue por elk miedo a volver a sentirse utilizada y lastimada. Comer de manera inconsciente, pero sabiendo que le subiría de peso, lo cual la engordaría, evitando aparentemente que la desearan los hombres. En otras palabras: Raquel ha usado en estos años un cinturón de castidad alrededor de su cintura.
No puedes cambiar de dónde vienes, pero si hacia donde te diriges… atrévete a influir de manera positiva en tu destino.
Dr. Marco Villalvazo
Médico General Certificado
Educador en Diabetes Certificado
Diplomado en Nutrición y Obesidad
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