Por Marco Reyes
Sergio “Checo” Pérez brilló en el Gran Premio de Bahréin al contribuir al dominio de Red Bull en la primera carrera de la temporada, asegurando un impresionante 1-2 para el equipo. Pérez mostró su habilidad tanto en velocidad como en gestión de neumáticos, lo que le permitió subir al podio en esta primera carrera del año.
El piloto mexicano terminó en la segunda posición de la carrera, obteniendo así su primer podio de la temporada y el número 36 en su carrera profesional. La victoria fue para su compañero de equipo, Max Verstappen.
Verstappen, por su parte, logró una actuación impecable al obtener la victoria en el GP de Bahréin, marcando así su quincuagésima quinta victoria en la Fórmula 1 y alcanzando el Grand Chelem al conseguir la Pole Position, la vuelta más rápida y liderar todas las vueltas de la carrera. Este triunfo se suma a los anteriores que ha conseguido en Austria (2021), Emilia Romagna (2022), España (2023) y Qatar (2023).
Checo Pérez inició la carrera de manera destacada al superar a Carlos Sainz en la primera curva y mantenerse cerca de los líderes desde el inicio. A lo largo de la carrera, Pérez demostró su habilidad al adelantar a otros pilotos y gestionar su posición en pista.
La estrategia de Red Bull fue clave en la segunda mitad de la carrera, al realizar una parada en boxes estratégica que permitió a Pérez mantener su posición en pista y mantener a raya a sus perseguidores. A pesar de los intentos de Carlos Sainz por superarlo, Pérez logró defender su posición hasta cruzar la línea de meta en segundo lugar.
El podio se completó con Carlos Sainz de Ferrari, quien mostró una fuerte insistencia en su intento por superar a Pérez, aunque sin éxito. Por su parte, Charles Leclerc también intentó avanzar en la clasificación, pero no logró los resultados esperados.
La presencia de Neymar Jr. en los pits antes de la calificación parece haber motivado aún más a Sergio Pérez, quien brindó una carrera emocionante y sólida, asegurando así un excelente inicio de temporada para Red Bull.