La inestable situación del baterista de The Who, Zak Starkey, tomó un giro inesperado este fin de semana, cuando el reconocido músico reveló que no fue despedido de la legendaria banda británica, sino que decidió tomarse un retiro para concentrarse en sus propios proyectos.
El hijo de 59 años del legendario Ringo Starr aclaró la situación el pasado 26 de mayo a través de Instagram, donde comentó que tuvo una conversación “muy positiva” con el vocalista Roger Daltrey. “Roger me llamó y me explicó que no me habían despedido, sino que simplemente me retiré para poder dedicarme a mis otros proyectos”, escribió Starkey.
El músico, reconocido por su trayectoria junto a artistas como Oasis, Johnny Marr y la All-Starr Band de su padre, destacó que pasó casi dos meses en su estudio de Jamaica finalizando su próximo trabajo musical con su grupo Mantra Of The Cosmos, que lanzará un sencillo a principios de junio. “Después de ese lanzamiento estaré disponible para cualquier cosa que pueda surgir. Todo quedó claro con Roger y seguimos siendo grandes amigos”, añadió.

La salida de Starkey sorprendió a muchos, especialmente después de que Pete Townshend, guitarrista de The Who, anunciara que sería reemplazado por Scott Devours para la gira de despedida de la banda, programada para comenzar el 16 de agosto en Florida. Los rumores de despido surgieron tras una presentación en marzo en el Royal Albert Hall, donde se especuló que Daltrey había tenido problemas con el volumen de la batería de Starkey.
Sin embargo, el propio baterista desmintió esas versiones, asegurando que nunca renunciaría a The Who ni abandonaría al público y a los colegas que lo han apoyado durante décadas. “Amo a The Who y nunca los habría dejado. A veces las cosas se malinterpretan y se genera mucho ruido”, concluyó Starkey.