Siempre envuelto en neblina, Zacatlán de las Manzanas se alza al borde de la impresionante Barranca de Los Jilgueros, un paisaje que enamora a quienes lo visitan. Este Pueblo Mágico es famoso por su pan horneado diariamente, su histórica fabricación de relojes monumentales y la abundancia de manzanas, que se transforman en licores, mermeladas y frutos deshidratados. Cada año, la Feria de la Manzana rinde homenaje a este fruto con desfiles y danzas tradicionales.
El encanto de Zacatlán también reside en su riqueza cultural. Sus siete museos, entre ellos el de Relojes Centenario, el Museo del Vino y la Casa del Vitromuralista, cuentan la historia y el arte de la región. Para una experiencia aún más profunda, San Miguel Tenango, una comunidad indígena cercana, conserva sus tradiciones y celebra la Feria de los Muertos con una festividad que se extiende de octubre a noviembre.
Si buscas una experiencia diferente, sigue la “blueruta” hasta Xoxonacatla, donde podrás conocer las plantaciones de blueberries y su transformación en exquisitos productos artesanales.
Zacatlán es más que un destino; es un viaje a través de la historia, la tradición y la naturaleza.
