Por Kathya Contreras
Miles de opositores tomaron las calles de Venezuela el martes para protestar contra la proclamación de la reelección de Nicolás Maduro, gritando “¡Libertad!” y exigiendo que se respete la victoria de González Urrutia en las urnas. Las manifestaciones, que surgieron de manera espontánea, dejaron un trágico saldo de 12 muertos, decenas de heridos y alrededor de 750 detenidos, entre ellos líderes políticos acusados de terrorismo.
OPOSICIÓN Y REACCIONES EN LAS CALLES
Carley Patiño, una ciudadana venezolana, expresó su descontento en una de las protestas en Caracas: “Tenemos que mantenernos en las calles, no podemos permitir que nos roben los votos tan descaradamente. Esto tiene que cambiar”. Durante la misma manifestación, González Urrutia instó a las fuerzas armadas a mantener la calma y a no reprimir a los manifestantes.
Nicolás Maduro, por su parte, acusó a González Urrutia y a Corina Machado de ser responsables de la violencia desatada durante las protestas, asegurando que “la justicia va a llegar”.
ACUSACIONES Y RESPUESTA DEL GOBIERNO
Corina Machado respondió acusando a González Urrutia de la situación crítica en el país: “Lo hago responsable de todo lo que está sucediendo en Venezuela, de la violencia criminal, de los delincuentes, de los heridos, de los fallecidos, de la destrucción”. El chavismo, por su parte, también organizó marchas de apoyo a Maduro y planea nuevas movilizaciones en Miraflores.
CONSECUENCIAS DE LAS PROTESTAS
Según la organización de derechos humanos Foro Penal, al menos 11 civiles, incluidos dos menores de edad, murieron durante las protestas. Alfredo Romero, director de la organización, expresó su preocupación por el uso de armas de fuego contra los manifestantes: “Es alarmante que en un solo día se hayan producido once muertos”. Además, el fiscal general, Tarek William Saab, confirmó la muerte de un militar durante los enfrentamientos.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana, clave en el sostenimiento del régimen, expresó su “absoluta lealtad y apoyo incondicional” a Maduro, según declaró el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, quien también insinuó la existencia de un golpe en marcha contra el gobierno.
RUPTURA DIPLOMÁTICA Y TENSIÓN INTERNACIONAL
En respuesta a la situación interna, Venezuela rompió relaciones diplomáticas con Perú, que había reconocido a González Urrutia como “presidente electo”. Además, el gobierno de Maduro ordenó la expulsión de personal diplomático de varios países, incluidos Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay, acusándolos de injerencia.
Mientras tanto, en la embajada argentina, seis colaboradores de Corina Machado se encuentran refugiados, denunciando un asedio policial y la falta de electricidad en la sede. Argentina calificó estos hechos como un claro “hostigamiento”.