UNA PRÁCTICA MUY PELIGROSA: LA ASFIXIA ERÓTICA

Hemos dicho que en la sexualidad todo se vale, siempre y cuando estemos conscientes, seamos responsables, nos cuidemos entre los involucrados. Sin embargo, no todas las prácticas son tan seguras, y de hecho hay algunas que las podemos catalogar como peligrosas como es la asfixia erótica, hipoxifilia o asfixiofilia.

La asfixia erótica es una práctica sexual extrema que consiste en obstruir parcialmente la respiración de la pareja o la propia (auto asfixia) para obtener placer sexual. Es una práctica que, desde la medicina, el derecho, o la policía afirman que con frecuencia termina en consecuencias fatales. Y, de hecho, aunque no tenga consecuencias fatales, puede dejar secuelas físicas, cognitivas o psicológicas.

Es una práctica que implica obstruir las vías respiratorias cubriendo la cabeza con elementos plásticos o de látex o recurriendo a la semi estrangulación. En 1991 apareció el término auto asfixia erótica en una revista científica de EU. La práctica parece remontarse a siglos atrás registrada entre los esquimales y algunos pueblos asiáticos. Ha sido documentada desde principios de 1600. Se cuenta que al principio se utilizaba como tratamiento para la disfunción eréctil. Se decía que cuando se ejecutaba a un reo por ahorcamiento se podía observar que se desarrollaba una erección y hasta eyaculación post mortem. También parece que estas prácticas se empleaban en los prostíbulos en el Oriente para aumentar la sensación del orgasmo. Hay muchos casos documentados de esta práctica que han terminado en muerte. El actor David Carradine el 4 de julio del 2009 fue hallado muerto en su habitación de hotel en Bangkok, Tailandia, con signos de haber practicado asfixiofilia.

¿Cuál es el objetivo erótico de esta práctica? Se asegura que se aumenta la intensidad del orgasmo debido a la privación de oxígeno. ¿Es real? Las personas que las llevan a cabo dicen que sí, pero otras personas dicen que no. Diversos estudios realizados en diferentes épocas y localizaciones geográficas han encontrado hallazgos interesantes como cerca del 40% de adultos mayores de 40 años han incorporado alguna de estas prácticas en sus relaciones sexuales donde los hombres suelen asumir un rol activo. Son los que producen la semi estrangulación. Y un 40% de las mujeres estadounidenses entre los 18 y 24 años han sido asfixiadas durante una relación sexual. Aumentando en otros estudios esta cifra hasta el 60% de las mujeres. 

La falta de oxigenación puede generar daños neuronales, daño a nivel cerebral, o la muerte. O en casos menos graves, puede dejar dolor de cabeza, dolor de cuello, aturdimiento o zumbido en los oídos, dificultades de visión, falta de control en los movimientos, agitación, confusión, somnolencia, contracciones musculares y hasta convulsiones. Y desde los psicológico, en algunas personas la experiencia que pudieron consentir, sin considerar lo grave de las consecuencias, después de la práctica quedó con un Trastorno de estrés postraumático por intento de homicidio, ya que el varón con quien tuvo la práctica, aunque era alguien que conocía, y que llegaron a “acuerdos”, él no los respetó como había acordado y ella sintió que se moría, y solicitó que él se detuviera y él no lo hizo. Cuando terminó, ella se fue y no volvió a contestarle, aunque dicho por ella, el tampoco volvió a buscarla. No lo vivió como una violación, sino como un intento de homicidio. 

Y éste es uno de los otros casos de ataques relacionados con asfixia o estrangulamiento en relaciones sexuales consensuales, pero no todos relacionando este consenso con la práctica de asfixia erótica. Si bien es cierto, hay algunas personas que gustan por la peligrosa práctica de asfixia erótica o de auto asfixia erótica, la realidad es que no todas las personas tanto mujeres como hombres gustan o disfrutan de esta práctica. Todavía hace algunos años lo común era ver personas que morían accidentalmente debido a esta práctica, pero que disfrutaban y se excitaban con ella. Sin embargo, hay una realidad, actualmente hay muchas acusaciones de haber recibido durante la actividad sexual consensual, las manos en el cuello asfixiándolas, sin haber consentido la práctica y a la hora de preguntar por qué, algunas mujeres me han compartido que les contestaron ¿qué, acaso no te gusta? Como partiendo del principio de que a todas las personas nos gusta una práctica extrema y peligrosa como ésta. 

Entonces no estamos necesariamente hablando de una práctica sexual que salió mal, sino de relaciones sexuales violentas, donde no se ha dado consentimiento explícito acerca de la práctica, o se dio un consentimiento donde se desconocen los riesgos, no se toma en consideración el poner una palabra de seguridad, el uso de la fuerza y más. 

¿El responsable de esto? La pornografía, que llega a la vida de los jóvenes sin tener la guía ni la orientación de los riesgos de una práctica como ésta. Y esto nos obliga a como padres estar al pendiente de lo que nuestros jóvenes y chicas observan en el internet y que consideran como “normales”, al no haber recibido ningún tipo de orientación ni educación sexual. En los estudios mencionados se ha encontrado hasta un 38% de las mujeres en relaciones heterosexuales afirmaron haber sido amordazadas, escupidas, asfixiadas, o abofeteadas durante un encuentro sexual consentido, y más de la mitad comentaron haberse sentido incómodas o atemorizadas, dejando estos encuentros daños psicológicos relacionados con el trauma. 

No se trata de crucificar la asfixia erótica, no. Sino de poner en la mesa los riesgos, y la importancia de que siempre sea, si se va a llevar a cabo una práctica con consentimiento, con conocimiento, llevada a cabo con sensatez y seguridad. Nadie puede determinar lo que se vale en la cama entre adultos, en la intimidad donde ambos asuman la responsabilidad y los cuidados personales y mutuos para llevar a cabo sus prácticas por más extremas que nos parezcan. Si no gustamos, ¡esta perfecto!, solo establezcamos nuestros límites de manera abierta y firme, si no es respetada la negativa es importante considerar que entonces lo que sucedió fue un acto de violencia que debe ser denunciado. Y que no importa que hayamos accedido a tener sexo, pero si no se consintió la práctica de la asfixia erótica, se están violentando nuestros límites y derechos

Se recomienda que la asfixia erótica nunca se lleve a cabo en solitario porque algo puede salir mal y no habría nadie para ayudar. La práctica nunca es 100% segura. Si se desea explorar esta práctica es muy importante informarse, capacitarse, educarse, comunicarse y principalmente respetar el momento donde tu pareja te pide que pares, lo cual puede ser una palabra o un gesto. Existen grupos muy serios que pueden informarte mas acerca de los riesgos y las medidas de seguridad para la realización de esta práctica. Calabozo Mx, es uno de ellos donde tengo la seguridad de que las personas que los dirigen no solo son practicantes del BDSM, sino están informados acerca de sexualidad, salud, riesgos y más. 

No te pongas en riesgo, y mucho menos pongas en riesgo a otras personas. No todo lo que miramos es seguro y a veces tampoco es placentero. 

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