Por Fernanda Sánchez
La salud es uno de los bienes más preciados, tanto a nivel personal como colectivo. A pesar de los avances en ciencia y tecnología, seguimos enfrentando desafíos que amenazan la salud de las personas, incluso en los países más desarrollados. Los líderes del ámbito sanitario tienen la responsabilidad de proteger la salud de sus ciudadanos de manera equitativa, asegurándose de que nadie quede atrás. Este enfoque no solo es vital para el bienestar de la población, sino también para la prosperidad de los países, la confianza en los gobiernos y el fortalecimiento de las instituciones internacionales. Además, apoyar y reforzar los sistemas de salud nacionales es un paso clave que los países han adoptado al comprometerse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Invertir en la Seguridad Sanitaria Mundial: Un Desafío Compartido
Sin embargo, este esfuerzo no es suficiente por sí solo. La interconexión global nos ha enseñado que nadie estará verdaderamente a salvo hasta que todos lo estén. Esto requiere un enfoque más amplio, mirando más allá de las fronteras para abordar los problemas de salud a escala regional y mundial. El fortalecimiento de los sistemas de salud y la seguridad sanitaria debe ser una prioridad global, especialmente apoyando a los países en desarrollo, que son los más vulnerables. Este compromiso ha sido reafirmado en foros multilaterales como las Naciones Unidas, donde los países han subrayado la importancia de una acción conjunta.
La OMS: Inversión Clave para la Salud Global
Una de las inversiones más efectivas y sostenibles para lograr un mundo más sano y seguro es fortalecer a la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS, con representación de 194 países, juega un rol esencial como líder en la coordinación de respuestas sanitarias a nivel global. Su capacidad para convocar a los mejores expertos científicos y colaborar con tomadores de decisiones es fundamental para afrontar los retos de la salud mundial. No obstante, para que la OMS cumpla su misión de manera eficiente, debe ser flexible y estar adecuadamente financiada.
Es por esto que los Estados miembros han acordado apoyar una ronda histórica de inversiones en la OMS. Esta ronda de financiación, que será un tema central en la Cumbre Mundial de la Salud en Berlín, representa una oportunidad única para unir esfuerzos en torno a la salud global. Invertir en la OMS no solo salva vidas, sino que también genera un retorno significativo: cada dólar invertido en la organización puede generar hasta 35 dólares en beneficios, ayudando a salvar hasta 40 millones de vidas en los próximos cuatro años.
El Impacto de la Covid-19 y la Necesidad de Solidaridad Global
La pandemia de Covid-19 fue un recordatorio devastador de que los brotes de enfermedades pueden convertirse rápidamente en crisis globales con consecuencias económicas y sociales catastróficas. La lección clave es que invertir en prevención y respuesta es mucho más rentable que enfrentar las consecuencias de no hacerlo. Esta inversión requiere un enfoque conjunto de gobiernos, sociedades y organizaciones internacionales, creando una red de solidaridad para compartir conocimientos, recursos y estrategias que minimicen el impacto de futuras crisis.
Un Llamado a la Acción: Invertir en la OMS es Invertir en Nuestro Futuro
Cada niño sin vacunar, cada comunidad sin acceso a servicios de salud, es una amenaza a nuestra seguridad común. La equidad en salud no es solo una cuestión moral, sino una necesidad para garantizar la protección de todos. Invertir en la OMS no es solo una cuestión de apoyo financiero, sino también un compromiso político con el multilateralismo y la cooperación internacional. Es una inversión en el bienestar de todas las naciones y, por ende, en la seguridad global.
Conclusión: Un Compromiso Ineludible
La ronda de inversiones en la OMS es una oportunidad histórica para que los países unan fuerzas y garanticen un futuro más seguro y saludable para todos. No podemos permitirnos el lujo de ignorar este llamado. Es hora de actuar juntos y fortalecer nuestro compromiso con la salud global.