Por Karla Liliana Robles Pedroza
El mundo del deporte se encuentra de luto tras conocerse la trágica noticia del fallecimiento de la talentosa jugadora de 30 años, Florencia Guiñazú. La deportista fue víctima de un acto de violencia doméstica perpetrado por su propio esposo, Ignacio Notto.
El impactante suceso tuvo lugar cuando Notto, minutos después de cometer el asesinato de Guiñazú, decidió quitarse la vida colgándose en la misma habitación donde ocurrió el homicidio. La noticia ha conmocionado a la comunidad deportiva y ha puesto de manifiesto una vez más la grave problemática de la violencia de género.
Guiñazú, reconocida por su dedicación y pasión por el deporte, deja un vacío imposible de llenar en el mundo del fútbol femenino. Sus compañeras de equipo, entrenadores y aficionados lamentan profundamente su pérdida y se unen en muestra de solidaridad con su familia en este momento tan difícil.
Este trágico episodio pone de relieve la urgente necesidad de seguir trabajando en la prevención y erradicación de la violencia de género en todas sus formas. Es fundamental que la sociedad se comprometa a brindar apoyo y protección a las víctimas, así como a promover una cultura de respeto y equidad.
En memoria de Florencia Guiñazú y todas las víctimas de la violencia de género, es necesario redoblar los esfuerzos para construir un mundo donde todas las personas puedan vivir libres de violencia y discriminación.