Por Kari Nava
En medio de una creciente preocupación por las condiciones laborales en entornos de altas temperaturas, los trabajadores se encuentran cada vez más expuestos a riesgos que van desde el agotamiento hasta enfermedades graves como el cáncer de piel. Con la llegada de olas de calor más frecuentes y severas, el escenario laboral se convierte en un campo de batalla contra los efectos devastadores del calor extremo.
Un ejemplo trágico de esta realidad es el caso de Yam Bahadur, cuyo fallecimiento durante los trabajos de construcción para el Mundial de Qatar en 2022 pone de relieve la peligrosa combinación de exposición al sol y esfuerzo físico. Según estimaciones de The Guardian, cerca de 6,500 trabajadores perdieron la vida en estas obras, siendo la exposición al calor uno de los factores principales.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que el calor representa un riesgo grave para la seguridad y salud en el trabajo, con la capacidad de reducir significativamente el rendimiento de los trabajadores y aumentar el riesgo de accidentes laborales. Actividades como la agricultura, la construcción, el turismo y el transporte son algunas de las más afectadas, con trabajadores expuestos a largas horas bajo el sol abrasador.
En el contexto de un cambio climático en curso, es imperativo tomar medidas preventivas efectivas para proteger la salud y seguridad de los trabajadores. Rubén Balbuena, consultor en Seguridad y Salud en el Trabajo, destaca la importancia de proporcionar períodos de descanso y asegurar una hidratación adecuada durante la jornada laboral. Sin embargo, la falta de regulaciones adecuadas en muchos países representa un obstáculo significativo para la protección de los trabajadores.
La Norma 015 de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, emitida en 2001, establece algunas pautas para proteger a los trabajadores contra condiciones térmicas extremas, pero muchos expertos argumentan que esta normativa es insuficiente, especialmente para trabajadores expuestos a altas temperaturas al aire libre. La regulación actual no aborda completamente los riesgos asociados con la exposición prolongada al sol, dejando a muchos trabajadores desprotegidos.
En un momento en que las temperaturas extremas y las olas de calor son cada vez más frecuentes, es fundamental que los empleadores y los gobiernos tomen medidas más sólidas para garantizar la seguridad de los trabajadores. Esto incluye proporcionar equipo de protección adecuado, implementar políticas de descanso y hidratación, y revisar y fortalecer las regulaciones existentes para abordar los riesgos laborales asociados con el calor extremo. Sin estas medidas, el costo humano de trabajar bajo el sol solo aumentará, con consecuencias devastadoras para los trabajadores y sus familias.
