Todo lo que necesitas saber sobre las piedras vivas o lithops

Por Sofia Swindall

Las piedras vivas, también conocidas como lithops, son un género fascinante de suculentas originarias de África. Conocidas por su apariencia que imita a las piedras, estas plantas son ideales para jardines con poca agua o para quienes buscan una adición única a su colección de suculentas.

A primera vista, los lithops parecen pequeñas rocas partidas, pero en realidad son suculentas increíblemente resistentes a la sequía. Estas plantas pueden cultivarse tanto en interiores como en exteriores, aunque es esencial evitar el exceso de agua, especialmente si están al aire libre.

Su nombre, lithops, es válido tanto en singular como en plural. Estas plantas pueden vivir décadas y, además, muchas especies florecen en otoño, ofreciendo un toque de color que contrasta con los tonos rojizos y naranjas de la temporada.

Los lithops constan de un par de hojas carnosas que sobresalen del suelo, mientras que la mayor parte de la planta permanece bajo tierra. Sus hojas tienen células en forma de ventana que permiten que la luz penetre y facilite la fotosíntesis.

Las flores de los lithops emergen entre las hojas durante el otoño o invierno, y solo las plantas mayores de tres años suelen florecer. Estas flores, similares a margaritas, pueden ser blancas, amarillas o naranjas, y emiten un aroma dulce y especiado.

Después de la floración, se forman cápsulas de semillas que se abren únicamente al contacto con el agua. Este mecanismo natural asegura la dispersión de las semillas en su entorno.

Los lithops necesitan al menos 4-5 horas diarias de luz solar directa. En regiones cálidas, asegúrate de darles sombra por las tardes para evitar quemaduras. Si los cultivas en interiores, ubícalos cerca de una ventana orientada al sur o al oeste y rota la maceta con frecuencia.

Originarios de climas cálidos, los lithops no toleran temperaturas por debajo de los 10 °C. Su rango óptimo de crecimiento está entre los 18 y 26 °C, aunque pueden resistir hasta 39 °C durante cortos períodos.

Regar lithops es todo un arte. Durante la primavera y el otoño, riega solo cuando el sustrato esté completamente seco. En verano, cuando están inactivos, limita el riego al mínimo, solo si las hojas muestran signos de deshidratación. En invierno, evita regarlos por completo.

Un sustrato arenoso con buen drenaje es ideal para estas plantas. Opta por mezclas específicas para cactus. En cuanto a fertilización, no es estrictamente necesaria. Si decides hacerlo, usa un fertilizante diluido bajo en nitrógeno antes de la temporada de floración.

Aunque cuidar de los lithops puede parecer complicado al principio, estas plantas recompensan con su longevidad, sus fascinantes ciclos de vida y sus hermosas flores. ¡Anímate a incluir una planta de piedra viva en tu jardín y disfruta de su singular belleza!

Para aprender más sobre temas de cuidado de plantas 🎧 ¡No te pierdas Hospital de Plantas! Un podcast lleno de conversaciones que inspiran y conectan 💬✨. ¡Escúchalo ya!

Noticias recientes

Related articles

¿Tienes un evento social en puerta?

spot_imgspot_img