Ser Padre/Madre una decisión que debe ser consciente

Por: ANA LAURA ROSAS BUCIO

Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Esta es una frase con la que todos desde muy pequeños aprendemos acerca del ciclo de la vida. Damos por hecho que todas/os algún día vamos a concebir un hijo, o dos o más, como parte de una “obligación natural” de la vida. Y si bien es cierto todas y todos tenemos el potencial de reproducirnos, no siempre es así. Ya sea por problemas de infertilidad o por decisiones conscientes no todas las personas van a ser padres o madres. 

En esta ocasión vamos a hablar de la decisión consciente de ser madre o padre. La paternidad/maternidad implica de una decisión consciente, e implica cuidar, guiar y criar a las y los niños de la mejor manera posible. Hacer y tener una familia requiere responsabilidad, no es una decisión que debe darse a la ligera.

Hay muchos temas que de hecho deben decidirse conscientemente, pero a mi parecer uno de los mas importantes es la decisión de tener una familia, ya que, a diferencia de otros temas, ser mamá o papá es una decisión de la cual no podemos retractarnos. Si nos equivocamos en elegir una pareja, un grupo de amigos o estudiar algo, son decisiones en la que podemos volver a empezar. Ser padres va a conllevar la realización de errores diversos en muchos sentidos que, si bien pueden reconocerse y corregirse, ojalá que no nos arrepintamos nunca de la decisión de haber concebido uno o varios hijos. 

No existe un manual, ni una señal que nos indique que estamos en el momento exacto. Pero si vamos a tener sexo debemos ser siempre conscientes de que esa actividad sexual puede tener consecuencias siempre a dos niveles básicos: un embarazo, y la posibilidad de contagiarse de una infección de transmisión sexual, además de pasar un extraordinario y placentero momento en el mejor de las situaciones.

Y por lo tanto si no queremos quedar embarazados, antes de que ocurra el encuentro sexual necesitamos protegernos de esa posibilidad usando algún método anticonceptivo y de barrera, así ambos duplicaran las posibilidades de protección ante un embarazo además de protegernos del contagio de una ITS. No existe otra manera de prevenir un embarazo. 

Usar métodos de “control de natalidad natural” como el ritmo, el método de la temperatura basal corporal, el método del moco cervical o el coito interrumpido no protegen de la posibilidad de un embarazo. De hecho, los métodos hormonales, o de barrera tienen porcentajes bajos de falla, pero lo tienen. Se habla de que los métodos naturales tienen un 25% de falla, mientras que el DIU o el implante anticonceptivo tienen un 1% de error, que si le agregamos protección con preservativo se reduce a un porcentaje muy mínimo la posibilidad de quedar embarazados. 

Todos los niños y niñas deberían ser deseados y planeados y llegar a la vida en las condiciones más optimas posibles tanto de la vida de los padres, como en situaciones de estabilidad económica, social y familiar. O al menos lo más cercano posible a eso. Y no solo por las y los pequeños, sino también por la vida de los futuros padres. 

Alguien me dijo hace muchos años. Ser mamá/papá es lo mejor que te puede pasar o lo peor. No existen medias tintas. Y aunque 25 años después de haber decidido ser mamá podría afirmar que ha sido una experiencia con muchos contrastes, creo que el momento de decidirlo y después de saber que iba a suceder, que íbamos a ser padres fue un momento sin medias tintas. No significa que haya sido fácil, por supuesto que no, pero algo que ha facilitado enfrentarse a todos los retos que implica la crianza es no dudar de la decisión tomada. 

Todos los seres humanos necesitamos amor, seguridad, protección, estabilidad y contención y al principio de la vida son nuestros padres quienes nos las proporcionan y nos dan las bases para afrontar nuestra vida. Ojalá todas las personas pudieran recibirlo al haber sido concebidos como resultado de una decisión consciente. 

En el consultorio es muy común escuchar graves historias de maltrato, de abusos, negligencias y abandonos por parte de los padres, que lastiman enormemente las vidas de las personas. Esas historias dolorosas son consecuencia de personas que es probable que no querían ser padres, que no sabían cómo, pero que además no intentaron mejorarse cómo personas.  

Este artículo pretende sensibilizarnos acerca de reconocer la importancia de brindar educación sexual afectiva integral a las y los niños y jóvenes para invitarlos tener actividades sexuales con autocuidados responsables para que la decisión de ser padres pueda ser una decisión cuidada y consciente. Y para todos aquellos que ya tenemos hijos invitarnos a reflexionar acerca de nuestra decisión de ser padres y si descubrimos que tal vez fue algo que “llego” por accidente, ahora, no importa su edad, ni las circunstancias que están ocurriendo, tomar decisiones conscientes de cómo queremos ejercer nuestro ser como padres o madres y esto podría llevarnos a tomar mejores decisiones en nuestra vida y la de nuestros hijos. 

La planificación familiar y la educación sexual son esenciales para garantizar el bienestar y la salud de las personas. La planificación familiar permite a las personas controlar su fertilidad y decidir cuándo quieren tener hijos, mientras que la educación sexual proporciona información sobre cómo prevenir el embarazo no deseado y las enfermedades de transmisión sexual. No podemos seguir postergando que se brinde educación sexual. No solo es poner en riesgo nuestra vida al poder ser contagiados de una ITS, sino pone en riesgo otras vidas, las de nuestros hijos y las nuestras.   

“No debemos ser el producto de nuestras circunstancias

Sino el resultado de nuestras decisiones

Hoy, elige cuidar más de ti mismo”

Noticias recientes

Related articles

¿Tienes un evento social en puerta?

spot_imgspot_img