En un avance que podría transformar la lucha contra la contaminación plástica, un grupo de científicos ha desarrollado una técnica innovadora para reciclar plásticos tradicionalmente considerados imposibles de tratar, como el poliestireno expandido (comúnmente usado en empaques y bandejas de comida).
Esta nueva técnica descompone químicamente estos materiales, permitiendo su transformación en compuestos reutilizables. Lo que antes terminaba en vertederos o flotando en los océanos, ahora podría tener una segunda vida útil en nuevos productos.

El impacto potencial es enorme: millones de toneladas de residuos que hoy no se reciclan podrían ser procesados de manera más eficiente y sostenible. Esto representa un paso clave hacia una economía circular, donde los residuos dejan de ser un problema para convertirse en recursos.
Además del avance tecnológico, esta técnica podría cambiar por completo la forma en que las industrias manejan sus residuos plásticos, y abrir la puerta a políticas ambientales más estrictas pero aplicables.