Por Sofia Swindall
Reutilizar los vasos de veladoras para beber agua es una práctica común en muchos hogares, impulsada por la idea de aprovechar materiales y reducir desechos. Sin embargo, esta costumbre puede representar riesgos significativos para la salud. A continuación, te explicamos por qué no debes usar vasos de veladoras para beber agua y qué alternativas puedes considerar.
Peligros de reutilizar vasos de veladoras
Aunque parecen prácticos, los vasos de veladoras presentan riesgos tanto visibles como invisibles que podrían afectar tu bienestar:
1. Residuos de cera y parafina
Los restos de cera y parafina, junto con aceites esenciales y aditivos químicos, son comunes en las veladoras económicas. Incluso después de lavar el vaso, pueden quedar residuos que:
- Provoquen náuseas, malestar estomacal o problemas digestivos.
- Generen intoxicación crónica por acumulación de compuestos químicos en el cuerpo.
2. Metales pesados y contaminantes
Algunas veladoras contienen parafina mezclada con metales pesados, como plomo o zinc, que pueden filtrarse en tus bebidas. Esto puede causar:
- Irritación en el tracto digestivo.
- Riesgo de intoxicación crónica a largo plazo.
3. Olores y sabores no deseados
Las veladoras aromáticas dejan fragancias sintéticas en el vidrio, afectando el sabor de las bebidas. Aunque esto no representa un grave riesgo, puede ser molesto e incómodo.
4. Bacterias y moho
La combinación de restos de cera y humedad tras el lavado puede favorecer la aparición de bacterias y moho. Esto podría derivar en:
- Infecciones estomacales.
- Intoxicaciones alimentarias por microorganismos dañinos.
5. Debilidad estructural del vidrio
El calor constante al que se expone el vidrio durante el uso como veladora puede crear fisuras o astillas, aumentando el riesgo de:
- Cortes en la boca o las manos.
- Roturas accidentales mientras se utiliza el vaso.
¿Cómo reutilizar vasos de veladoras de forma segura?
Si deseas darles una segunda vida a los recipientes de veladoras, asegúrate de hacerlo de manera segura:
- Límpialos a fondo: Usa agua caliente, jabón, vinagre o bicarbonato para eliminar residuos y olores.
- Esterilízalos: Hierve el vaso o sumérgelo en una solución con cloro para eliminar bacterias y moho.
- Inspecciónalo: Revisa si tiene grietas o astillas antes de usarlo para bebidas.
Si no cumple con las condiciones adecuadas, puedes convertirlo en un florero, un portalápices o una maceta decorativa, dándole un uso creativo y evitando riesgos para tu salud.