Por Karla Liliana Robles Pedroza
El reciente lanzamiento del uniforme femenino de atletismo de Estados Unidos para los próximos Juegos Olímpicos de París ha desatado una ola de críticas debido a su diseño que se asemeja más a un traje de baño que a un atuendo deportivo.
El modelo presenta un diseño sin mangas y con un corte alto en la entrepierna, lo que ha generado controversia y ha llevado a figuras prominentes en el mundo del deporte, como Lauren Fleshman, a expresar su descontento. Fleshman calificó el diseño como “una falta de respeto”.
Las críticas se centran en la falta de funcionalidad y comodidad del uniforme, así como en su apariencia inapropiada para una disciplina deportiva como el atletismo. Muchos argumentan que el diseño podría resultar incómodo para las atletas y afectar su rendimiento en competición.
A pesar de la polémica, representantes de la marca responsable del diseño han defendido la elección, destacando su innovación y tecnología para mejorar el desempeño de las atletas.
La controversia en torno al uniforme femenino de atletismo de Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de París refleja la importancia del diseño adecuado en el deporte y la necesidad de considerar tanto la funcionalidad como la estética en la indumentaria deportiva.
