A una década de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denunció que persiste un “pacto de silencio”, que impide identificar a los perpetradores de la desaparición y sus encubridores.
Tras reconocer el trabajo realizado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI); que dejó el país en julio de 2023, acusando a las Fuerzas Armadas de no proporcionar toda la información necesaria para ahondar más en el caso, la CIDH señaló que le preocupa la paralización de la investigación y el retroceso en la institucionalidad creada.
El organismo internacional, insistió en que subsisten una serie de obstáculos relacionados con la entrega de información por parte de corporaciones de seguridad, como determinó el GIEI en su último informe.
En este contexto, la Comisión reconoce que la próxima administración se comprometió con la resolución de los hechos en este emblemático caso.
Asimismo, advierte que para superar los desafíos en la investigación es crucial mantener el diálogo auténtico y transparente entre todos los actores involucrados, incluyendo a las familias de los desaparecidos y sus representantes legales, y fortalecer la confianza entre las familias y las autoridades colocando a las víctimas como el enfoque central.
La CIDH reiteró que seguirá monitoreando el cumplimiento integral de la medida cautelar, reitera su predisposición a brindar asistencia técnica a las autoridades mexicanas y continuará acompañando a las familias en su digna lucha por verdad y justicia
