Por Kari Nava
En un discurso pronunciado durante la Cumbre Mundial de Gobiernos en Dubái, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, reiteró una advertencia que ha venido haciendo desde hace años: la inevitabilidad de una próxima pandemia. Tedros enfatizó que la pregunta ya no es si ocurrirá, sino cuándo sucederá, y destacó la falta de preparación global para hacer frente a tal eventualidad. En este contexto, la OMS ha propuesto un acuerdo internacional sobre preparación y respuesta ante pandemias, aunque persisten desafíos en su consecución.
El llamado de alerta de Tedros Adhanom no es nuevo. Desde 2018, ha advertido sobre la vulnerabilidad del mundo ante una pandemia, y los acontecimientos recientes han confirmado sus temores. La pandemia de COVID-19, que estalló en 2019, evidenció las deficiencias en la capacidad de respuesta y coordinación global. A pesar de los avances logrados desde entonces, Tedros señala que el mundo aún no está adecuadamente preparado para enfrentar una nueva crisis sanitaria de magnitud similar.
La incertidumbre sobre la naturaleza de la próxima pandemia es otro factor preocupante. Según la OMS, esta podría ser causada por un virus de la influenza, un nuevo coronavirus u otro patógeno desconocido hasta ahora, a lo que la organización se refiere como “Enfermedad X”. La imprevisibilidad de la fuente de la próxima amenaza epidemiológica subraya la urgencia de fortalecer los sistemas de salud y preparación global.
En este contexto, la propuesta de un acuerdo internacional sobre preparación y respuesta ante pandemias surge como un paso crucial. Sin embargo, las negociaciones enfrentan obstáculos, incluidas las preocupaciones sobre la soberanía nacional y la cooperación internacional. Algunos países han expresado reservas sobre ceder autoridad a la OMS, temerosos de perder control sobre sus políticas de salud pública.
La advertencia de la OMS sobre la inevitabilidad de una próxima pandemia es una llamada de atención para la comunidad internacional. La pandemia de COVID-19 ha dejado claro que la falta de preparación puede tener consecuencias devastadoras a nivel humano, económico y social. Ante este escenario, la cooperación global y la solidaridad son fundamentales para fortalecer los sistemas de salud y responder eficazmente a futuras crisis sanitarias. La concreción de un acuerdo internacional sobre preparación y respuesta ante pandemias sería un paso significativo en esta dirección, pero requiere del compromiso y la voluntad política de todos los actores involucrados. En última instancia, la prevención y la preparación son las mejores defensas contra la próxima pandemia inevitable.