En un giro inesperado, Sergio “N”, el individuo que previamente fue condenado a cinco años, siete meses y 15 días de prisión por el atroz maltrato a un perro al arrojarlo a un cazo de aceite hirviendo, ahora enfrenta cargos de homicidio calificado en grado de tentativa. Los hechos se remontan al 28 de mayo pasado, cuando el agresor, un expolicía de la Ciudad de México, ingresó a un local en el municipio de Tecámac, agrediendo verbalmente a la víctima antes de amenazarla con armas punzocortantes y de fuego.
Tras estos disturbios, fuera del establecimiento, Sergio perpetró un acto de crueldad contra un canino, sumergiéndolo en un recipiente con aceite hirviendo, lo que llevó a su trágica muerte horas después. Este brutal incidente fue captado por una cámara de seguridad y difundido en medios de comunicación y redes sociales, provocando una oleada de indignación.
La Fiscalía General del Estado de México inició una investigación por homicidio en grado de tentativa contra el propietario de la carnicería, además de mantener los cargos por maltrato animal. El pasado 9 de octubre, el Tribunal de Enjuiciamiento dictaminó la sentencia de condena de Sergio “N” por el maltrato al perro.
En este último desarrollo, el agresor ha recibido una nueva orden de aprehensión en reclusión, con medida cautelar de prisión preventiva justificada, dada la gravedad de los cargos y el riesgo de fuga. No obstante, la pena impuesta por maltrato animal, el juez considera que el delito de intento de homicidio no se clasifica como grave, permitiendo así la opción de libertad condicional con el uso de un brazalete electrónico.
La resolución final sobre la situación jurídica de Sergio “N” se determinará el próximo 14 de octubre durante la audiencia correspondiente en el Distrito de Ecatepec. Este caso ha generado un amplio debate sobre la necesidad de reformas en las leyes de protección animal y la severidad de las sanciones en casos de maltrato y abuso.