El famoso guitarrista y cantante de Oasis, Noel Gallagher, ha vuelto a hacer gala de su conocida irreverencia al vender su casa en Ibiza, alegando no soportar más a su vecino, el cantante James Blunt. La propiedad, que Gallagher compró en 1999 al músico Mike Oldfield por unos tres millones de euros, había sido su refugio en la isla balear durante 25 años, pero la presencia de Blunt resultó ser el factor decisivo para que finalmente decidiera ponerla en venta.
La situación fue expuesta en una entrevista reciente en el podcast How to Fail with Elizabeth Day, en el que Blunt, de 50 años, compartió con humor el motivo detrás de la decisión de Gallagher. Según Blunt, el ex-Oasis no soportaba escucharle “escribir sus canciones de mierda” y no dudó en decirlo públicamente. Sin embargo, el autor de You’re Beautiful se lo ha tomado con deportividad, añadiendo que Noel siempre había sido amable con él en persona, pero que “quizás al ponerle un micrófono delante, busca impresionar”.
Por su parte, Gallagher, sin extenderse demasiado, comentó en una entrevista con Time Out Dubai: “Simplemente no lo quería de vecino”. Según fuentes cercanas, el músico estaba cansado de escuchar a Blunt referirse a Ibiza como si fuera “el dueño del lugar”.
Blunt, quien se instaló en la isla en 2006, ha afirmado que los precios de las casas en la zona han subido tras la salida de Gallagher, mostrando que también sabe responder con humor y elegancia. Mientras tanto, Blunt seguirá disfrutando de Ibiza y de la vida social en Santa Gertrudis de Fruitera, donde seguirá siendo uno de los habituales en las fiestas de la isla.