Entró en vigor el programa “Vive Saludable, Vive Feliz”, impulsado por el gobierno federal, con el objetivo de reducir el consumo de alimentos ultraprocesados entre los niños. Aunque la medida está diseñada para mejorar la salud infantil, muchos menores han manifestado su inconformidad ante la falta de productos que solían disfrutar en las cooperativas escolares.
Desde hace un mes, los padres de familia recibieron un cuestionario y fueron informados, a través de grupos de WhatsApp y comunicados escolares, sobre las nuevas restricciones tanto en la venta dentro de las escuelas como en los alimentos permitidos en las loncheras.
“Nos avisaron con bastante tiempo para revisar el menú de nuestros hijos. Aunque hoy inició oficialmente, nosotros ya llevamos unas semanas implementando los cambios. Por ejemplo, hoy le puse ensalada de manzana con nuez y zanahoria sin azúcar, agua de limón con chía y un rollito de pollo con queso”, comentó una madre de familia.
Además de la regulación alimentaria, las escuelas han implementado jornadas de ejercicio. “Mi hija me cuenta que ahora salen todos al patio y hacen actividad física por 20 minutos, además de sus clases regulares de educación física”, compartieron algunos padres.
Los niños, los más inconformes
A pesar de los beneficios a la salud, muchos niños han mostrado descontento con la nueva normativa. La escuela solía ser un lugar donde podían comprar golosinas sin la supervisión de sus padres.
“Ya no venden cosas chidas. Desde la semana pasada ya no vendieron totopitos ni Takis, que eran mis favoritos. Ahora solo hay frutas y verduras”, mencionó Iker, estudiante de primaria en la colonia Vicente Villada de Nezahualcóyotl.
Para garantizar el cumplimiento del programa, en el Estado de México se han desplegado 92 brigadas que visitarán 7,741 escuelas, beneficiando a más de 1.4 millones de estudiantes. Estas brigadas brindarán información y supervisarán que se cumplan las nuevas medidas dentro de las instituciones educativas.
