Por Vannia Carmona
La agencia Moody’s Ratings cambió este jueves la perspectiva de las calificaciones del Gobierno de México de “estable” a “negativa”, citando preocupaciones sobre el debilitamiento de las instituciones y la toma de decisiones en el país. Según Moody’s, el aumento del déficit fiscal y la rigidez en el gasto público dificultan la consolidación fiscal y podrían poner en riesgo los resultados económicos a largo plazo. La calificadora también expresó su preocupación por los impactos de la reforma constitucional en el sistema judicial y los riesgos derivados de las contingencias relacionadas con Pemex.
La firma advirtió que sin una restauración de la sostenibilidad de la deuda de Pemex, los riesgos fiscales del gobierno seguirán siendo elevados. Sin embargo, Moody’s confirmó que México mantiene una calificación de Baa2 para su deuda no garantizada a largo plazo y resaltó la fortaleza económica del país, destacando la diversidad de su economía y los beneficios potenciales del nearshoring. También mencionó que las políticas fiscales y monetarias prudentes de México han ayudado a moderar los desequilibrios macroeconómicos, aunque el panorama fiscal presenta riesgos importantes para el futuro.