Mkt en la industria del entretenimiento

Por: Karla A. Rojas

El marketing en el negocio del entretenimiento es un espectáculo en sí mismo. No se trata solo de vender boletos, se trata de crear experiencias que la gente quiera compartir, recordar y repetir. En un mundo donde las opciones de entretenimiento son infinitas, destacar no es una casualidad, es el resultado de estrategias bien ejecutadas, mucha creatividad y un toque de magia. OCESA en México, como gigante del entretenimiento, entiende este juego a la perfección y ha convertido cada uno de sus eventos en una experiencia inolvidable.

Cuando se habla de conciertos, no basta con anunciar una fecha y esperar que la gente compre boletos. El verdadero trabajo empieza mucho antes, cuando se diseña una estrategia que conecta emocionalmente con el público. Todo inicia con una narrativa poderosa: no vendes un artista, vendes lo que esa experiencia significa en la vida de las personas. Es el recuerdo de cantar tu canción favorita rodeado de miles de desconocidos que, por unas horas, se sienten como tus mejores amigos.

Las estrategias de marketing alrededor de los conciertos deben tocar varios frentes a la vez. La expectativa es clave: crear misterio con campañas teaser, liberar pistas poco a poco, jugar con las emociones de los fans. OCESA ha dominado este arte con lanzamientos que se convierten en conversación nacional. De pronto, todo el mundo sabe que su artista favorito viene a México y el FOMO (Fear of Missing Out) hace el resto. No ir a un gran concierto no es una opción cuando el evento se convierte en parte de la cultura pop.

Otro pilar fundamental es la personalización. No todos los fans son iguales, y entender sus hábitos es clave. Desde campañas en redes sociales hipersegmentadas hasta experiencias exclusivas como accesos VIP o activaciones temáticas, cada detalle cuenta. Imagina entrar a un concierto y sentir que el evento fue diseñado solo para ti. Esa es la diferencia entre asistir a un show y vivir una experiencia.

En este mundo tan competitivo, los diferenciadores hacen la magia. OCESA no solo ofrece conciertos, crea momentos que no puedes vivir en ningún otro lugar. Esto incluye desde experiencias interactivas en el venue hasta alianzas con marcas que suman valor al asistente. ¿Una activación de realidad aumentada? ¿Un meet & greet inesperado? Esos detalles convierten un evento en una historia que vale la pena contar. Y en la era digital, si no está en Instagram, no pasó. Por eso, las experiencias deben ser altamente instagrameables: cada rincón tiene que invitar a sacar el teléfono y compartir.

Además, el storytelling es el alma de cualquier campaña exitosa. No basta con decir que un artista viene a México; hay que contar por qué es un momento histórico, qué significa para los fans y cómo esa noche será irrepetible. OCESA ha perfeccionado este enfoque al construir narrativas que transforman un simple anuncio en una historia que todo el mundo quiere seguir. Desde campañas de video emocional hasta contenido exclusivo que te hace sentir parte del proceso, cada paso está diseñado para enganchar desde el primer segundo.

Por último, el post-evento es igual de importante. El marketing no termina cuando se apagan las luces. Compartir los mejores momentos, revivir la emoción con aftermovies y crear contenido exclusivo mantiene viva la conversación mucho tiempo después. Es la manera de reforzar la conexión emocional y de asegurar que, cuando anuncien el próximo concierto, nadie quiera quedarse fuera.

En resumen, el marketing en el negocio del entretenimiento es un show detrás del show. Es una mezcla de emoción, tecnología y una profunda comprensión del público. Y si alguien sabe hacerlo bien en México, es OCESA. Porque al final, no se trata solo de vender boletos, se trata de crear recuerdos que duran toda la vida.

@loaprendiconKarla

Karla A. Rojas

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