Por Samantha Guerrero
Italia vivió una jornada de intensas manifestaciones que dejaron su huella en varias ciudades, destacando los incidentes registrados en Turín. En el marco del denominado “Día de No a Meloni”, más de 200 estudiantes se congregaron en la plaza Castello para expresar su rechazo a las políticas del gobierno de Giorgia Meloni. Sin embargo, las protestas se tornaron violentas, dejando heridos, actos vandálicos y un fuerte debate político.
Protestas en Turín: Del Artefacto Casero a la Quema de una Marioneta
Las manifestaciones en Turín comenzaron con pancartas que denunciaban las políticas del Ejecutivo y extendían su mensaje hacia la solidaridad con Palestina, calificando el conflicto en Gaza como un “genocidio del pueblo palestino”. La protesta escaló rápidamente: los manifestantes lanzaron un artefacto casero contra la Policía, dejando a 15 agentes heridos que requirieron atención médica.
Posteriormente, la manifestación se desplazó frente al rectorado y la sede de la RAI, donde los vehículos policiales fueron golpeados con astas de banderas. Entre los actos más simbólicos, los estudiantes quemaron una marioneta del ministro de Educación, Giuseppe Valditara, como gesto de rechazo a las reformas universitarias y los recortes gubernamentales.
Vandalismo en el Museo Nacional del Cine
El Museo Nacional del Cine, ubicado en la emblemática Mole Antonelliana, también fue blanco de los disturbios. La bandera italiana fue arrancada, las paredes fueron pintadas y el personal del museo reportó haber sido objeto de violencia por parte de algunos manifestantes. Enzo Ghigo y Carlo Chatrian, presidente y director del museo, condenaron los actos vandálicos, subrayando que el derecho a protestar no debe cruzar la línea hacia la violencia.
Reacciones del Gobierno y la Oposición
La primera ministra Giorgia Meloni criticó duramente a los sectores políticos que, según ella, “justifican la violencia”. Por su parte, el ministro de Educación, Giuseppe Valditara, calificó los actos como “inadmisibles” y reafirmó su compromiso con las reformas que buscan modernizar el sistema educativo.
En contraste, las organizaciones estudiantiles defendieron las manifestaciones como una respuesta legítima al descontento social frente a un gobierno que consideran insensible a las necesidades de los jóvenes y a los problemas internacionales, como el conflicto en Gaza.
Un Debate Abierto Sobre la Violencia y el Derecho a Protestar
Los enfrentamientos en Turín han abierto un debate en Italia sobre los límites de las protestas y el equilibrio entre el derecho a la manifestación y la condena de la violencia. Mientras el gobierno busca contener el descontento, las organizaciones sociales y estudiantiles prometen continuar con las movilizaciones en defensa de sus demandas.
El país, dividido entre las críticas al gobierno y la preocupación por los actos vandálicos, enfrenta un panorama donde la tensión entre las autoridades y los ciudadanos parece lejos de resolverse.