Por Daniela Altamirano
Nicolás Maduro ha desatado su ira contra Lele Pons, la influyente cantante e influencer venezolana, en una serie de declaraciones cargadas de enojo. El mandatario venezolano criticó duramente a Pons, quien reside en Miami y ha mostrado su apoyo a las protestas contra el gobierno de Maduro. En su discurso, Maduro acusó a Pons y a otros artistas de intentar manipular la opinión pública y de conspirar desde el extranjero para influir en la política venezolana.
Maduro, en un tono confrontacional, dijo: “No subestimes al pueblo de Venezuela. Ustedes podrán conspirar desde Miami, pero en Venezuela mandan los venezolanos”. El presidente venezolano intentó descalificar a Pons, cuestionando su rol y afirmando que no tiene la autoridad para dictar la política del país. Acusó a la influencer de tratar de lavar la imagen de los “fascistas” al apoyar un concierto que coincide con las protestas de la oposición venezolana.
Lele Pons, conocida por su masiva presencia en redes sociales y su influencia en el ámbito digital, no tardó en responder. La influencer reaccionó a las declaraciones de Maduro con burla y desdén, compartiendo el video de sus comentarios con risas y un mensaje desafiante: “¿Te molesté? ¡No me vas a callar Maduro!”. Su respuesta refleja su firme postura contra el régimen y su rechazo a los intentos de silenciarla.
La controversia se produce en un momento en que líderes de izquierda en América Latina, como Gustavo Petro y Lula da Silva, buscan soluciones para la crisis política en Venezuela. Lula da Silva, en particular, ha sugerido que Maduro podría convocar nuevas elecciones para despejar las dudas sobre los resultados de los recientes comicios, que le otorgaron la reelección para un tercer mandato.
El conflicto entre Maduro y Pons destaca el creciente enfrentamiento entre el régimen venezolano y la oposición, tanto dentro como fuera del país. La figura de Pons, con su amplia audiencia y su influencia en redes sociales, se ha convertido en un símbolo de la resistencia contra el gobierno de Maduro, intensificando la polarización en torno a la crisis política venezolana.
