Por Kari Nava
La legendaria Madonna ha causado revuelo entre sus seguidores en la Ciudad de México con los horarios de sus esperados conciertos en el Palacio de los Deportes. Con una serie de cinco presentaciones programadas para este mes de abril, los fans se enfrentan a un dilema horario de considerables proporciones.
Según Ocesa, la organizadora de estos eventos, las puertas del recinto abrirán a las 7 pm, pero el espectáculo no comenzará hasta las 10 pm. Sin embargo, aquellos familiarizados con la diva saben que su aparición en escena suele retrasarse al menos dos horas después de lo previsto, e incluso hasta tres.
Esta programación ha desencadenado una oleada de quejas entre los admiradores de la cantante, quienes se ven en la posibilidad de volver a casa a horas en las que incluso La Cenicienta consideraría prudente estar acostada. La preocupación es aún mayor para muchos fans que, ahora más cercanos a la categoría de “señoras” y personas de edad avanzada, señalan que a tales horas ya están sumidos en el sueño más profundo.
Ocesa, en un intento por mitigar el malestar, colocó una advertencia en sus redes sociales: “Tomen en cuenta que la hora de inicio del evento puede ser posterior a la hora de inicio indicada. Como siempre, todos los horarios están sujetos a cambios”.
Los comentarios en las redes sociales reflejan la frustración de los fans: “Hija de su mauser va a salir a la 1 am”, “A esa hora ya me da muchísimo sueño”, “Saldrá cuando se le dé la gana”, son solo algunos ejemplos.
El descontento se agudiza al considerar que el show de Madonna tiene una duración aproximada de dos horas y media, lo que coloca la hora de salida en un momento en que el transporte público de la ciudad ya ha cerrado sus operaciones.
Frente a este reto, algunos fans han optado por tomar la situación con humor, organizando incluso un “after” improvisado fuera de la estación de metro Velódromo, como si esperar al primer tren de la mañana fuera el nuevo VIP de los eventos masivos.
En una ciudad que nunca duerme, parece que Madonna está poniendo a prueba la resistencia de sus seguidores. Sin embargo, esta no es la primera vez que enfrenta críticas por los horarios de sus conciertos, habiendo enfrentado demandas colectivas en otras ciudades como Nueva York por situaciones similares.
