Son la última camada que se espera de la pareja de osos que llegó de China en 2007.
You You (Amistad, en su traducción al español del chino) es un oso panda travieso, juguetón y glotón; mientras que su hermano gemelo, Jiu Jiu (Duradera), es más tímido y arisco, cuenta la encargada de los mamíferos del zoo de Madrid, María González. Los dos nacieron hace un año en cautividad. En la pradera en la que viven las dos crías junto a su madre, Hua Zui Ba, hay una tarta helada de bambú y zumo de sandía y de manzana. Este viernes 9 de septiembre se celebran su primer cumpleaños, pero ninguno de los dos hace mucho caso al pastel. Jiu Jiu reposa en una plataforma de troncos, perezoso, y You You persigue un conejito que se ha colado en su recinto. En un año, la última camada que se espera de la pareja de pandas que llegó a España en 2007 ha pasado de pesar menos de 200 gramos a más de 30 kilos cada uno.
A pesar de que los pandas son una de las atracciones principales del zoo, durante la mañana de su cumpleaños han quedado eclipsados por un espectáculo de leones marinos. Entre los pocos que se acercan, un niño pregunta a su madre si les puede dar algo de comer. “Ah, no, que comen bambú”, se responde a sí mismo. Los pandas gigantes adultos ingieren 50 kilos de esta planta al día y 300 gramos de fruta, que les ayuda a digerir el bambú.
Las crías, a las que les quedan dos años para llegar a la edad adulta, aún maman de su madre, pero también comen hojas y empiezan a mordisquear los tallos de los que su madre está dando buena cuenta recostada en un tronco. Los cuidadores dicen que ya se la ve cansada de jugar con los gemelos. Es bastante mayor. Tiene 19 años que, en términos de panda, que viven unos 25, ya es la tercera edad.
El padre, Bing Xing, vive en una pradera separada. Él ha podido disfrutar de su propia tarta helada de bambú. También está de celebración: cumple 22 años. “Es un bonachón”, asegura González, mirando con cariño cómo se zampa su regalo. Todos los nacimientos de pandas gigantes en Madrid se han producido entre finales de agosto y la primera quincena de septiembre. Las condiciones climáticas influyen en el momento en el que la hembra de panda elige la implantación del embrión más propicia para el desarrollo y supervivencia de la cría, lo que se conoce como implantación retardada.
Al lugar se ha acercado María Fritzoni, una mujer de 67 años fanática de los pandas. Visita a estos animales por todo el mundo. Fue a ver a China a Po y De De, dos crías nacidas en Madrid, por su cumpleaños en 2015. “Me gustaría tener menos años para poder ir a ver a Chulina cuando se vaya”, lamenta. Chulina es una panda de seis años que pronto viajará a China para que la suelten en las laderas del Himalaya.
Es parte del acuerdo de colaboración con la asociación de parques zoológicos de China para la conservación y cría de estos animales. El zoo de Madrid espera que, cuando fallezcan Bing Xing y Hua Zui Ba, se mantengan el acuerdo de cooperación con China, ya que se han convertido en un centro especializado en la cría de esta especie vulnerable, el paso previo al peligro de extinción.