En 1997, Leonardo DiCaprio enfrentó una de las decisiones más importantes de su carrera actoral. El joven actor, que ya había demostrado su talento en películas como Romeo + Julieta y ¿A quién ama Gilbert Grape?, tenía dos propuestas sobre la mesa: protagonizar el ambicioso proyecto de James Cameron, Titanic, o unirse al elenco de Boogie Nights, dirigida por el entonces emergente Paul Thomas Anderson.
DiCaprio optó por Titanic, una decisión que lo catapultó al estrellato global y convirtió a la película en un fenómeno cultural. Sin embargo, el papel que rechazó en Boogie Nights fue asumido por Mark Wahlberg, cuyo desempeño le valió elogios de la crítica y consolidó su propia carrera en Hollywood.
En entrevistas recientes, DiCaprio ha expresado cierto arrepentimiento por no haber trabajado en el filme de Anderson, una obra que, con el tiempo, se ha convertido en un clásico de culto. A pesar de esto, el actor ha destacado que Titanic le brindó oportunidades únicas y marcó un hito en su vida profesional.
Más de 25 años después, los caminos de DiCaprio y Anderson finalmente se cruzarán, ya que ambos han anunciado una colaboración en un proyecto cinematográfico que promete ser uno de los más esperados de la década.