Las orquídeas son reconocidas por su elegancia, diversidad de formas y colores, lo que las convierte en una de las plantas ornamentales más comercializadas del mundo. En una entrevista con el Dr. Juan Jorge Avilés y la Dra. Marisol Vargas Corona, expertos en botánica, se identificaron las tres especies de orquídeas más vendidas a nivel global: Phalaenopsis, Dendrophalaenopsis y Vandas. A continuación, exploramos el origen, características y duración de estas especies que dominan el mercado.
La Phalaenopsis, también conocida como “orquídea mariposa”, es la más popular y vendida a nivel mundial. Originaria del sudeste asiático, específicamente de países como Filipinas, Taiwán, Indonesia y el norte de Australia, esta orquídea se caracteriza por sus flores grandes, simétricas y de vivos colores. Las flores pueden alcanzar entre 10 y 20 centímetros de diámetro y su floración puede extenderse durante tres a seis meses. Gracias a su alta domesticación, es ideal para el cultivo en interiores, lo que la convierte en la opción preferida para principiantes y amantes de la jardinería.
La Dendrophalaenopsis es un híbrido comercial de la especie Dendrobium, con rasgos similares a la Phalaenopsis, lo que la hace especialmente atractiva para el mercado. Esta orquídea es originaria del sudeste asiático y Oceanía, y se adapta bien a climas cálidos y húmedos. Sus flores suelen ser más pequeñas que las de la Phalaenopsis, pero brotan en abundantes racimos que pueden permanecer en flor hasta por dos o tres meses. Su resistencia y facilidad de floración frecuente la hacen una excelente opción tanto para cultivadores experimentados como para aficionados.
Por último, la Vanda es una orquídea tropical que destaca por su espectacular colorido, especialmente en tonos azules, morados y rosados, poco comunes en otras especies. Originaria del sudeste de Asia, Tailandia y la región del Himalaya, la Vanda prefiere ambientes con buena ventilación, alta humedad y luz intensa. Es una planta epífita, es decir, crece sobre otras plantas sin dañarlas, y no necesita sustrato tradicional, lo que permite cultivarla en cestas colgantes. Sus flores, de textura cerosa y gran tamaño, pueden durar entre cuatro y ocho semanas, y su floración puede repetirse varias veces al año bajo condiciones ideales.
Estas tres especies no solo dominan las ventas globales de orquídeas por su belleza y variedad, sino también por su adaptabilidad y duración, cualidades que las convierten en las favoritas de viveros, decoradores y coleccionistas.
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