Por José Corzo
En los últimos años, el streaming de música ha transformado radicalmente la forma en que disfrutamos de nuestras canciones favoritas. Este fenómeno no solo ha cambiado la manera en que accedemos a la música, sino que también ha impactado profundamente en la industria musical en su conjunto.
En lugar de comprar CDs o descargar canciones individualmente, ahora nos suscribimos a plataformas de streaming como Spotify, Apple Music o Amazon Music, que nos ofrecen acceso ilimitado a una vasta biblioteca musical por una tarifa mensual o incluso de forma gratuita, con anuncios incluidos.
La democratización de la música
El auge del streaming ha democratizado el acceso a la música, permitiendo que artistas emergentes alcancen audiencias globales sin necesidad de grandes contratos con sellos discográficos. Las plataformas de streaming brindan a los músicos independientes una forma accesible y rentable de distribuir su música, lo que ha dado lugar a una explosión de creatividad y diversidad en la escena musical.
Nuevos desafíos económicos
A pesar de los beneficios del streaming, este modelo de negocio ha planteado desafíos económicos para los artistas en términos de compensación. Muchos músicos argumentan que las tarifas de reproducción son demasiado bajas y no reflejan adecuadamente el valor de su trabajo creativo. Aunque la industria musical ha experimentado un aumento significativo en los ingresos generales, la distribución equitativa de esos ingresos sigue siendo objeto de controversia.
Cifras reveladoras
Según la IFPI, en el 2023, los servicios de música en streaming generaron ingresos por valor de 19.300 millones de dólares estadounidenses a nivel mundial, superando las ventas combinadas de CD, casetes y vinilos de los últimos 20 años. En contraste, las ventas de música física reportaron ingresos de 5.100 millones de dólares el año pasado.
Si bien el streaming de música ha revolucionado la forma en que consumimos y disfrutamos de la música, también ha planteado desafíos significativos en términos de compensación para los artistas. A medida que esta industria continúa evolucionando, es fundamental encontrar un equilibrio que permita un acceso equitativo a la música mientras se asegura una compensación justa para aquellos que la crean.
Este fenómeno representa un cambio profundo en la industria musical y marca el comienzo de una nueva era en la forma en que experimentamos y compartimos la música en el mundo digital.
