En una reciente entrevista, el especialista en energía y espiritualidad Luis Flores habló sobre la retribución energética y cómo influye en nuestras vidas. Explica que todo lo que experimentamos es consecuencia directa de nuestras acciones, pero muchas veces no comprendemos que esto responde a un principio fundamental del universo: la energía fluye constantemente y se transforma, no se crea ni se destruye.

Este entendimiento nos permite abordar un tema que genera debate dentro del ámbito espiritual: si es correcto o no cobrar por servicios energéticos o trabajos espirituales. Luis Flores considera que el conocimiento espiritual también requiere de una inversión importante. Formarse en este campo implica tiempo, dedicación, esfuerzo, adquirir libros, tomar cursos, realizar viajes y acceder a distintas herramientas. Por ello, sostiene que es justo recibir una retribución por este tipo de servicios.
El especialista aclara que aunque el don divino no tiene un costo y entidades como Dios o los ángeles no cobran por ayudar, la persona que actúa como canal o intermediario sí utiliza su energía y sus recursos para facilitar esa ayuda, y por tanto tiene derecho a recibir algo a cambio.

Además, señala que existe un desgaste real en estos trabajos. Un exorcismo bien hecho, según Flores, puede restar hasta un año de vida debido al impacto energético que conlleva. Las sanaciones espirituales también implican un esfuerzo físico, mental, espiritual y material. Por esta razón, más allá del valor económico, es importante reconocer la entrega y el compromiso de quienes ofrecen este tipo de ayuda.
Finalmente, destaca que el dinero tiene un valor simbólico fuerte. No se trata únicamente de una transacción económica, sino de una forma de valorar el esfuerzo y la energía invertidos en brindar bienestar a los demás.
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