César Vargas
Hace unos días, en la Ciudad de México un hombre que iba a ser asaltado, arrolló a uno de los dos sujetos que pretendieron robarlo, lo dejó prensado contra un autobús de pasajeros.
Todo quedó grabado, pero la pesadilla aún no terminaba, policías de la Secretaría de Seguridad Pública se percataron de los hechos y solicitaron ayuda a una ambulancia para poder auxiliar al ladrón o por lo menos que diera fe de su muerte.
Por ley y para deslindar responsabilidades, el hombre que iba a ser asaltado fue puesto a disposición del Ministerio Público. Pasaron 40 horas para que lo dejaran libre y la Fiscalía
de la Ciudad de México publicó un comunicado anunciando que integró una “carpeta de investigación por la posible comisión del delito de homicidio culposo por tránsito de vehículo, luego del deceso de una persona que viajaba en una motocicleta, derivado de un hecho ocurrido sobre Calzada de la Viga, en la colonia Apatlaco, alcaldía Iztapalapa”.
El comunicado generó reacciones entre los usuarios de X, Facebook, Instagram e incluso en Youtube.
Por ejemplo, @laKaro_gc, escribió: “La Fiscalía poniéndose del lado de los delincuentes muertos, en el video se ve como la acompañante abandona al ratero, ¿a ella no la investigan?, nunca espero nada de ustedes y siempre logran decepcionarme”.
O qué tal @J_dcg1 que escribió: “Las fiscalías una vez mas demuestran no servir para nada, la reforma debiese ser encaminados a ellos y no al PJ”. Entre otras cientos de reacciones”.
Horas después, la misma Fiscalía publicó: “El agente del Ministerio Público decretó la libertad del conductor de una camioneta particular y el operador de un autobús del servicio público de pasajeros, luego del deceso de una persona que viajaba en una motocicleta, derivado de un hecho ocurrido sobre Calzada de la Viga, en la colonia Apatlaco, alcaldía Iztapalapa
Ambas personas habían sido puestas a disposición del representante social como lo marca la Ley, a efecto de llevar a cabo las indagatorias correspondientes y deslindar responsabilidades, por lo que una vez ocurrido lo anterior, fueron puestos en libertad.
La pregunta del millón es ¿para quién trabaja la justicia”, o cómo se debe actuar ante una situación así?. No hay respuesta.
Cada caso es diferente, el asalto en la calle, el abuso sexual, el robo a casa habitación, todo depende de una lista de leyes y terminos o bien de la manera de que la víctima se haya defendido del delincuente y cómo este último fue asesinado. Los derechos humanos son para todos. No defendemos a delincuentes a mano armada, como el de este caso, simplemente deja una serie de reflexiones y análisis de la justicia en la capital mexicana o más bien de nuestro México y de cada Estado de la república.
Cada quién tendrá su punto de vista, pero todo va más allá de la legítima defensa. Se trata de inseguridad y sí de “hartazgo”, de un obligatorio conocimiento del derecho para cualquier ciudadano.
La ley es la ley, y en esta “ñapa” de justicia ¿quién tiene la razón, la víctima o el delincuente?