Por Adalai Ojeda
La Compositora Mexicana que Revoluciona la Música Clásica Gabriela Ortiz, una de las compositoras más destacadas de México, ha roto con el canon de la música clásica europea al incorporar sonidos y ritmos propios de América Latina en sus composiciones. A sus 59 años, ha superado obstáculos como la incomprensión crítica y una dura batalla contra el cáncer, y hoy su música resuena en grandes escenarios como Berlín, Londres, Los Ángeles y Nueva York.
En un vibrante día de verano en Ciudad de México, Ortiz encontró inspiración en la Plaza Hidalgo, en el bullicioso barrio de Coyoacán. A su alrededor, la cacofonía de organilleros, músicos callejeros y la vida urbana mexicana se mezclaba en un eco cultural que ha influido profundamente en su obra.
Desde temprana edad, Ortiz mostró una profunda conexión con la música tanto europea como latinoamericana. Ahora, como compositora residente en el prestigioso Carnegie Hall, ha dado visibilidad a la riqueza sonora de América Latina, abriendo nuevas oportunidades para compositores de países como Brasil, Argentina, Perú y México. Su misión: demostrar que el futuro de la música clásica no debe estar dictado solo por Europa.
Con obras que van desde un ballet sobre la violencia contra las mujeres en México hasta odes a los arrecifes de coral, Gabriela Ortiz ha dejado claro que su música es un reflejo auténtico de las historias y emociones de su tierra.
